El turismo rural descubre El Cañar

El tomillo, el romero y la lavanda lo inundan con sus fragancias; encinas, carrascas, almendros, naranjos y limoneros lo embellecen; y sus minas y su nacimiento natural de agua lo convierten en un lugar casi inigualable para perderse y descansar con la familia. En un rincón de Tallante, en el paraje de las Casas del Nene, ubicado en plena Rambla del Cañar y del parque natural La Muela-Cabo Tiñoso, tiene María José Martínez la última de las viviendas que ha rehabilitado para el turismo rural. Con ellas y los otras cuatro que ya forman parte de su empresa (Casas Rurales La Nieta del Gasero) pretende convertir a esta zona en una de la de mayor oferta vacacional y de ocio de toda la Región.

Esta emprendedora de 38 años lleva nueve mostrando la belleza del oeste cartagenero a todo el mundo. Ahora ha ampliado su negocio con otra casa rural, que se divide en dos. Una es para diez personas y otra para seis, aunque se pueden usar de manera conjunta, ya que ambas se comunican por una puerta interior.

La más grande tiene cuatro habitaciones de matrimonio, una doble, cuatro cuartos de baño, un salón comedor con chimenea, televisión de plasma y wifi gratuito. También una cocina completamente amueblada. E incluye un horno moruno, que data de 1890.

La pequeña tiene otras cuatro habitaciones con sus correspondientes cuartos de baño. Está equipada con un salón comedor con chimenea, televisión y conexión a la red wifi, además de cocina. Las casas se completan con un amplio patio con barbacoa y mobiliario de jardinería.

Parque natural

«Lo verdaderamente importante es el paisaje inigualable. Aquí, uno está en pleno campo, en plena naturaleza, en pleno parque natural, en una zona catalogada como LIC [Lugar de Importancia Comunitaria] y ZEPA [Zona de Especial Protección de aves], porque en la rambla habitan varias especies protegidas», cuenta la empresaria. Las casas cuestan 400 euros el fin de semana, la grande y 250, la pequeñas. Si se alquilan las dos, «hacemos un descuento. Además, por inauguración el coste se reduce un 15%», explica.

Para acceder al paraje, hay que llegar primero a Tallante, al Restaurante El Buen Descanso. Allí hay que girar a la izquierda en dirección hacia el Rincón de Sumiedo hasta encontrar un cartel indicativo de las Casas del Nene.

La tranquilidad y la naturaleza no son los únicos atractivos de esta zona, ya que el visitante puede disfrutar de decenas de rutas senderistas. Entre ellas, hay una muy especial, que es la que recorre las minas de los alrededores. Las hay de hierro, como la de María Antonia, o la del Martillo. Muy cerca de ellas está la Fragua y junto a ésta, el pozo de Montilla, que tenía un castillete por dónde se bajaba el hierro. A ellas se llega a través de una senda que usaban los vecinos de los pueblos cercanos como Perín, Los Jarales o Isla Plana hasta 1963 para su explotación.

Otra ruta va por la Rambla del Cañar. A mitad de ésta, el visitante se encuentra un nacimiento natural de agua de donde se abastecían los pobladores de la zona. Cerca de allí también está la ermita de la Virgen de la Luz, que veneran los vecinos con una romería con cantos de las cuadrillas típicas del Campo de Cartagena en año nuevo.

Piscina, barbacoa y jardín

María José Martínez comenzó su andadura en el mundo del turismo rural con un complejo ubicado en Los Puertos de Santa Bárbara. Está compuesto por cuatro viviendas para seis, cinco, cuatro y tres personas. Todas tienen piscina, zona de juegos infantiles, así como barbacoas individuales y mobiliario de jardín.

«Es una forma de vivir, pero nuestra intención es también dar a conocer este enclave como zona turística. A pesar de lo desconocido que es tiene un potencial enorme y tenemos que ser los vecinos de aquí los que lo demos a conocer», dice la propietaria.