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JOSÉ LUIS PIÑERO
Lunes, 24 de febrero 2014, 02:09
Los vecinos de Fuente Librilla acordaron en una asamblea oponerse a la construcción de un vertedero y planta de reciclaje de residuos inertes -como escombros y materiales de construcción- en el paraje del Camino de los Lobos, a unos 400 metros del casco urbano de la pedanía muleña.
La oposición vecinal se debe, según ellos, a que dicen «desconocer realmente qué es lo que se vertería o trabajaría en esa zona». Las obras para la construcción de la escombrera, que cuentan con la autorización de la Comunidad Autónoma, se encuentran en un estado muy avanzado, lo que motivó la movilización de los ciudadanos. Sus representantes se pusieron en contacto con varios concejales y mantuvieron una reunión ayer con el edil de Obras y Urbanismo, Salvador Andújar, para recabar información. Uno de los portavoces vecinales, Antonio Miñano, señaló al término del encuentro que «aunque confiamos en lo que nos ha dicho el concejal, que es que solo se trataría de una escombrera con posibilidad de reciclado, y que la empresa y el proyecto cuentan con la autorización de la Comunidad Autónoma, seguimos teniendo dudas sobre la finalidad de la planta».
Los residentes de Fuente Librilla también expresaron sus dudas sobre si la empresa que gestionará la planta -CH Gestión de Residuos Inertes- cuenta con las oportunas licencias de obra y sobre si aplicará las directrices europeas sobre medio ambiente y paisajes. Los vecinos temen también que los materiales acumulados «puedan afectar al medio natural». La planta de almacenamiento y tratamiento de residuos inertes tendrá una capacidad de proceso de unas 140 toneladas diarias, lo que supone que al año unas 20.000 toneladas de materiales podrían ser recicladas.
Los vecinos han creado una plataforma, denominada Fuente Librilla por el medio ambiente, para «conocer las autorizaciones y permisos legales» de la instalación. A priori, la plataforma se opone a la instalación por su cercanía al núcleo urbano y a un puente cercano, catalogado como patrimonio histórico.
Alegaciones a la Comunidad
El alcalde de Mula, José Iborra, señala que la empresa solicitó la licencia de apertura, «que tramitamos trasladando el expediente a la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma, que es la competente en esta materia». Iborra añade que será la Dirección General «la que tiene que decir si procede o no el otorgamiento de licencia y el Ayuntamiento lo único que debe y tiene que hacer es ajustarse a la normativa vigente, por lo que la apertura de la escombrera se encuentra en trámites».
El regidor añadió que la opinión de los vecinos de Fuente Librilla «es muy respetable, pero tendrán que hacer las alegaciones que correspondan a la Comunidad Autónoma». Iborra explicó que el Consistorio está ahora a la espera del informe autonómico para ver si procede o no el otorgamiento de la licencia de apertura. «Si hay que hacer alguna modificación, el promotor será requerido para que el proyecto se ajuste a lo que solicite la Dirección General», puntualizó Iborra.
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