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ANTONIO LÓPEZ
Viernes, 21 de febrero 2014, 12:02
«El siguiente paso, en los tribunales». Trabajadores, vecinos, estudiantes y colectivos sociales y políticos llegados de todo el municipio, de la comarca e incluso de Murcia dieron ayer el segundo aviso a la Consejería de Sanidad para que frene «el desmantelamiento» del Hospital Santa María del Rosell y lo dote de «los servicios de un verdadero hospital, incluido Urgencias como prometió en 2009». El siguiente hito será «a través de la Justicia», aseguró el portavoz de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública, Leandro Sánchez, al término de la manifestación que anoche congregó a alrededor de 10.000 personas, un número muy similar, según fuentes de la Policía Nacional, al que se reunió en la marcha del pasado 17 de octubre.
Con menos ruido y menos pancartas, pero con la misma decisión que en la anterior, los ciudadanos gritaron en cada calle, en cada esquina, en cada rincón del recorrido que son «necesarios dos hospitales», con el «Rosell al 100%». Fue la segunda llamada de atención en menos de cuatro meses; un clamor ante la «necesidad de que los políticos nos escuchen y obren en consecuencia», dijo Isidoro Martínez, un vecino de Cartagena; y todo un arrebato popular por lo que consideran «una privatización de la sanidad», añadió Bernardo Sánchez, enfermero murciano.
Piden dimisiones
La marcha salió a las ocho en punto desde la Plaza del Ayuntamiento entre una marea de vecinos que llegaba por la calle del Carmen. Eso provocó que los primeros compases fueran lentos, hasta llegar a la Plaza San Sebastián, donde el grupo comenzó a formarse de manera ordenada.
Fue allí donde se oyeron las primeras consignas, los primeros lemas, como «El Rosell no se cierra», «¿Dónde está la alcaldesa? Muy tranquila en su sofá», u otras pidiendo la dimisión de la regidora, Pilar Barreiro, de la consejera de Sanidad, María Ángeles Palacios, o del gerente del Servicio Murciano de Salud (SMS), José Antonio Alarcón. Estos cánticos se repitieron por todo el recorrido.
El número de manifestantes creció según avanzó la cabeza, que portaba una pancarta y en la que se podía leer: «Salvemos el Rosell al 100%. Por una sanidad pública y de calidad». La sostuvieron los principales representantes de los colectivos que forman la Plataforma por la Sanidad Pública, convocante de la protesta, entre ellos, el secretario regional del PSOE, Rafael González Tovar y el edil de MC, José López. Más atrás iban el coordinador regional de IU, José Antonio Pujante, y el de UPyD, Rafael Sánchez.
Una de las primeras paradas se realizó frente a la puerta de la sede del PP, en la calle Santa Florentina, que estaba custodiada por cuatro policías nacionales. La segunda fue fuente a la Asamblea Regional, pero esta vez solo dos agentes se situaron entre el parlamento y los manifestantes. Aquí, precisamente, se vivió el momento más emotivo de la protesta, cuando una niña de tan solo 9 años, Laura Gallego, se subió a las escaleras de la puerta principal con una pancarta de «Salvemos el Rosell». Frente a ella quedó la cabeza del grupo y un fuerte aplauso retumbó en la plaza.
Acudieron trabajadores del Hospital Reina Sofía, del Morales Meseguer y de la Arrixaca, también de Portmán (La Unión) para reivindicar el mantenimiento de su consultorio médico, miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, de la Escuela de Enfermería, de la Asociación de Afectados por el Amianto o del colectivo de Usuarios de la Sanidad de la Región de Murcia. Entre éstos últimos iba María Luisa Alarcón, que recriminó a Palacios que «mire hacia otro lado» al ver a los vecinos en la calle. «No sé qué hará mañana la consejera [hoy para el lector], pero le debería importar mucho lo que aquí reivindicamos», dijo.
Más atrás iba Sebastián García, un operador de planta química, que cree necesario un cambio de actitud en los gobiernos. «Necesitamos que nos apoyen, que dejen el Rosell funcionando como pedimos y ella prometió. No sé si mañana la consejera hará algo, pero al menos hemos dejado constancia de que hemos luchado», indicó.
Sosteniendo la pancarta en la que se podía leer: «Que no cunda el pánico, nos estamos organizando», estaba Santi Martínez, una trabajadora del servicio de Rehabilitación del Hospital Reina Sofía. «No entiendo por qué tenemos que llegar a estos extremos, esto es el final. Tenemos derecho a tener una sanidad gratis. Hoy estamos demostrando que con la constancia al final lo conseguiremos», señaló.
Dos horas de recorrido
La manifestación llegó sobre las diez de la noche al Hospital del Rosell, tras dos horas de recorrido y cuando ya el frío se adueñaba de los vecinos. En la puerta, el portavoz de la plataforma dijo que se trataba de la manifestación más importante de la historia de Cartagena, con 30.000 asistentes, y que si Palacios no hacía nada «nos faltará al respeto. Pero seguiremos luchando en la calle y en los tribunales».
Leandro Sánchez añadió que seguirán con la campaña de sensibilización a los vecinos para «impedir que pase en Cartagena lo que ha ocurrido en Toledo, donde han muerto personas. Solo pedimos lo que la consejera haga lo que se comprometió a hacer en el 2009».
Precisamente, el manifiesto leído al final de la protesta por María José Marín se centró en pedir a grito que se mantengan los dos hospitales con todos los servicios, «que es lo que se merecen los cartagenero», concluyó.
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