López Abad inicia su campaña en Fremm reclamando una patronal «más independiente»

Duras críticas hacia la burocracia administrativa, proximidad al empresario y máxima atención al autónomo, limitación de mandatos y promesas de cambio. Con estas ideas se ha lanzado Miguel López Abad a la campaña por la presidencia de la Federación Regional de Empresarios del Metal (Fremm), la organización empresarial sectorial más fuerte de la Región.

López Abad (43 años), que lleva cuatro años en la ejecutiva de Fremm y ha presidido la Asociación de Empresas de Desguace, confirmó a 'La Verdad' su decisión de disputar la presidencia a Juan Antonio Muñoz, que se presentará a la reelección para un tercer mandato.

«Aprecio que hay mucho deseo de cambio en la federación; gente que quiere una organización más dinámica y más independiente, en la que se escuche a todos los empresarios y que esté con ellos a pie de calle para conocer sus problemas del día a día», comenta López Abad.

Su empresa, Desguace París, se encuentra junto a la autovía A-30, en el término municipal de Lorquí. Miguel López Abad empezó a trabajar en ella con su padre hace más de veinte años, y la ha convertido en un referente nacional en su actividad. Posee una plantilla de 110 trabajadores, factura más de ocho millones de euros al año y exporta también con éxito a diversos países. En 2011 recibió el premio 'Joven Empresario del Año', que otorga la Asociación Jóvenes Empresarios de la Región de Murcia y Cajamurcia.

Un primer rasgo diferenciador con su oponente que destaca López Abad es la limitación de mandatos. Él promete no permanecer más de ocho años en la presidencia de Fremm si resulta elegido. «Es bueno saber que tienes fecha de caducidad en el cargo para evitar la tentación de eternizarte en el sillón», señala López Abad.

Otro de las características de su perfil es la dura crítica hacia los vicios de la administración pública, como es la burocracia, y también hacia «los empresarios que les gusta hacer de políticos», aunque elude dar nombres.

Sobre la burocracia comenta casos de empresas que llevan años trabajando sin licencia de apertura, de maquinaria adquirida que pasa dos años sin funcionar por la falta de las autorizaciones ambientales, de empresarios «a los que no les da tiempo de ponerse al día de toda la reglamentación que van sacando». Por ello reclama una Fremm «más independiente y exigente» ante las administraciones públicas, y también asegura que «el referente debe ser el autónomo», porque es el eslabón más débil de la cadena empresarial.

Sobre las elecciones a la presidencia de los empresarios del metal, que tendrán lugar el 27 de marzo, asegura que no ha hecho cálculos sobre sus posibles apoyos, pero confía en sus posibilidades. «Ahora necesitamos otra cosa en la federación; los tiempos cambian y no podemos seguir haciendo lo mismo», afirma.