

Secciones
Servicios
Destacamos
ROSA MARTÍNEZ
Jueves, 10 de octubre 2013, 12:24
«La gente tiene curiosidad por saber de dónde venimos, aunque se empeñen en recortar espacio a la Historia y las Humanidades en la enseñanza», dice Santiago Posteguillo (Valencia, 1967). El escritor, profesor de Lengua y Literatura inglesa en la Universidad Jaume I de Castellón y autor de 'Los asesinos del emperador' (Planeta, 2011), acaba de publicar la segunda parte de su trilogía sobre Trajano, primer emperador de origen hispano en Roma. Un relato ambientado en los primeros años del siglo II en el que conjuga amor y guerra, lealtad y traición a lo largo de más de 1.200 páginas y que titula como 'Circo Máximo' (también editado por Planeta). Un libro del que esta tarde firmará ejemplares en el Corte Inglés de la Avenida de la Libertad de Murcia a partir de las 19.30 horas.
«Trajano luchó contra los corruptos, a los que les obligaba, fueran senadores o gobernadores de provincia, a devolver todo el dinero que habían sustraído y luego los exiliaba», recuerda Posteguillo para explicar su interés por este personaje histórico, al cual considera como «un ejemplo muy importante que deberíamos tener en cuenta». Apasionado de la literatura y la historia, Posteguillo firma también los tres volúmenes que forman la trilogía de Escipión publicada por Ediciones B, y con la que ha sido reconocido en la Semana de Novela Histórica de Cartagena y con el Premio a las Letras de la Generalitat valenciana.
Habla Posteguillo de su protagonista y reconoce que le llamó «mucho la atención el hecho de que gobernara de una forma recta y noble cuando disponía de los medios para poder haber sido un auténtico tirano»: «Predicó con el ejemplo y eso es algo que lo ennoblece». Lo dice consciente de que «en los últimos años, algunos de nuestros gobernantes no han estado a la altura de las circunstancias», aunque defiende que «siempre hay políticos honestos y honrados. Hay que intentar no perder la esperanza, porque si la perdemos, ya no nos queda nada. Creo que todos conocemos a algún gobernante, sea alcalde, concejal, diputado o senador, por el que podemos poner la mano en el fuego porque sabemos que es una persona que intenta hacer las cosas bien». Bien o no, lo importante para Posteguillo es conocer la Historia: «Si no sabemos lo que ha pasado antes de que nosotros llegáramos aquí, estamos condenados a repetir multitud de errores. Quienes nos gobiernan vuelven a caer en los mismos errores porque muchas veces desconocen los grandes momentos de la Historia; no aprenden de ellos, y eso es una pena. Ojalá en nuestro ADN -imagina- se pudiera incorporar el conocimiento histórico y naciéramos sabiendo todo lo que ha pasado antes».
En 'Circo Máximo', Posteguillo describe minucioso las pasiones de la naturaleza humana. «No hemos evolucionado mucho en ese aspecto -confiesa-; seguimos amando y traicionando de la misma forma que hace 1.900 años». Por eso, revela, «estas novelas funcionan bien, porque tratan temas universales: 'Circo Máximo' tiene historias de amor, algunas de amor imposible; tiene lealtades, personas que son leales hasta las últimas consecuencias; y, luego tiene traidores miserables que siempre seguimos encontrando en la vida. Cuando uno va uniendo todo esto siempre encuentra reflejadas sus propias experiencias».
Hemos evolucionado, asegura Posteguillo, tecnológica y científicamente, aunque ahora «no estamos precisamente avanzando»: «Hay tres aspectos en los que nunca, jamás, ningún gobierno debería recortar si realmente quiere hacer lo que dice, que es que el país mejore. No se puede recortar ni en sanidad, ni en educación, ni en investigación; si recortas en cualquiera de esos aspectos iremos para atrás y todo lo demás son palabras y demagogias».
Con 'Circo Máximo' en el mercado, el autor trabaja ya en la que será la tercera entrega de su segunda trilogía, un relato que ya ha perfilado en su cabeza y para el que ha empezado a construir su estructura: «Es un paso que -reconoce- siempre hago antes de ponerme a escribir»; antes de sentarse a elaborar las páginas de su próximo trabajo, del que luego solo consigue desconectar «porque me obligo, si no, se me ocurren ideas y por la noche me tengo que levantar para escribirlas». También le relaja viajar y pasear por la montaña: «La vida vuelve a empezar allí donde la cobertura del móvil desaparece», dice.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.