El proyecto para la cementera deberá someterse otra vez a información pública

Cada vez que se asome a la ventana del colegio Santísima Cruz de Abanilla, el alcalde, Fernando Molina, a la sazón director del citado centro, no tendrá más remedio que hacer de tripas corazón y leer el mensaje de la pancarta. Y si no, deberá correr las cortinas. Son las únicas dos opciones que le ha dejado la última acción reivindicativa protagonizada por la edil del IUMA, María Dolores Saurín, que ayer utilizó su casa para desplegar una lona donde muestra su rechazo a la implantación de una planta de molienda y obtención de cemento en la Sierra de El Cantón.

La acción se prolongará de forma indefinida y la ubicación escogida por los Independientes Unidos por el Municipio de Abanilla (IUMA) no ha sido al azar. La pancarta está colocada estratégicamente en el domicilio familiar de la edil independiente, justo en el lateral del inmueble que da a la carretera de Orihuela, frente al colegio del que es director el regidor popular.

Es más, mientras ayer desplegaba la pancarta, la concejal María Dolores Saurín reconocía que «se la he colocado frente a la 'sede oficiosa' del alcalde: la ventana de su despacho del colegio. A ver si a base de verla se conciencia». Lo que es seguro es que tarde o temprano le terminará por picar la curiosidad a Fernando Molina y posiblemente acabe leyendo el mensaje que la edil ha plasmado en una lona que mide 1,5 metros de ancho, por 3 metros de largo, y en el que textualmente denuncia: «Dejen de pringar Abanilla. No más contaminación. Cementera en El Cantón ¡¡¡No!!!».

Resulta evidente que el IUMA presentará alegaciones al proyecto que promueve Cementum Veritas. «Nos oponemos totalmente a una nueva cementera en Abanilla, por ser altamente contaminantes las materias primas que utiliza en la molienda, principalmente el clinker», denuncia Saurín.

Pero de momento su agrupación deberá esperar para presentar alegaciones, puesto que el periodo de exposición pública se ha suspendido. Todo ello debido a que deben subsanarse dos datos del expediente que inicialmente publicó el Boletín Oficial de la Región (BORM) el pasado 19 de septiembre. Según ha podido saber este diario, la promotora cifró en 5.760 toneladas la producción anual de cemento, pero en realidad serán 95.760.

Debe publicarse en el BORM

Por otro lado, también debe modificarse la superficie que la planta tendrá entre las pedanías de El Cantón y Macisvenda. El Consistorio informó inicialmente de que la planta ocuparía 14.300 metros cuadrados, pero no se incluyo una parcela de terreno adquirida cerca de la Sierra del Cantón. Una vez modificados estos datos, el expediente del proyecto se publicará por segunda vez en el BORM y se volverá a iniciar el plazo de alegaciones de 20 días.

En principio, la cementera, que sería la segunda del municipio, está promovida por un grupo de socios alicantinos, y según el proyecto, la actividad se centrará en «la fabricación de cementos, cales y yesos». Los producirá partiendo «del aprovechamiento y reconversión de desechos de cantera, mediante trituración y clasificación». Tales desechos procederían de canteras de la zona como Áridos El Cantón; incluso los socios aseguran en el documento que «el producto a elaborar es muy demandado en el norte de Suramérica, disponiendo actualmente de contratos de suministro que atendemos con la adquisición a cementeras».

Entretanto, la bolsa de empleo local ya ha recibido los primeros currículos de interesados en hacerse con un puesto de trabajo en la futura planta, que prevé una inversión de 12 millones de euros y la generación de entre 20 y 30 empleos. Parece que los vecinos están más interesados en encontrar trabajo que en rifirrafes políticos.