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JOSÉ CARLOS CARABIAS
Domingo, 22 de septiembre 2013, 03:38
Avanza el Mundial de fórmula 1 hacia su desenlace (24 de noviembre, casi diciembre, en Sao Paulo) y se propaga una onda recurrente que no cambia sea cual sea el circuito o el continente. Ferrari naufraga el sábado con sus dos tripulantes y Alonso queda segundo el domingo detrás de Vettel. Se trata de una razonamiento infalible que concuerda con la peculiaridad de este deporte: el coche es mucho más importante que el piloto. En el fabuloso trazado de Singapur, luces blancas sobre la noche de la ciudad-estado asiática, se repitió el guion conocido. Vettel construyó la 'pole' sobre un Red Bull volador y un fantástico momento de confianza personal y Alonso lo miró con el catalejo. Saldrá séptimo en busca de otro domingo en cuesta.
Más fuerte que nunca, Sebastian Vettel consiguió en el circuito de Singapur su quinta 'pole' de la temporada, la número 41 de su vida. Fue un éxito por aplastamiento, insultante el alemán en su superioridad con el Red Bull. Inalcanzable durante todo la noche para sus rivales. Se bajó del coche y todo a mirar la pantalla después de materializar un único intento en la ronda definitiva y a última hora casi le quita la 'pole' Rosberg. Exceso de vista del alemán, aunque el detalle no cambia el estado de las cosas. Vettel sujeta su cuarto Mundial con mano firme.
Felipe Massa estuvo con un pie fuera del alambre en la primera ronda. Apuró demasiado y se salvó en el último instante en un circuito sumamente peligroso, en el que un roce con los muros o una bandera amarilla colapsan cualquier vuelta. Se vio poderosos a los Red Bull, como en los viejos tiempos, esperando hasta el tañido final de la campana para salir a pista. Vettel aguanta con la música y los cascos mientras los demás ya están subidos en los coches. Tanto Vettel como Webber montaron neumáticos duros en la Q1 (los más lentos) y no tuvieron problemas para pasar, mientras el resto de los participantes se decantaba por las gomas blandas. Cayeron eliminados Di Resta, Maldonado, Pic, Van der Garde, Bianchi y Chilton.
A Kimi Raikkonen no le ha sentado bien el anuncio de su fichaje por Ferrari y el impago de su salario por parte de Lotus. De manera sorprendente cayó fulminado en la Q2 sin aparentes problemas funcionales en el coche. Se quejó antes de la sesión de dolores de espalda. Es la segunda vez consecutiva que cae abatido por en este tramo, presuntamenete accesible a las posibilidades de su Lotus. En esta ronda Vettel sacó el martillo e impuso un ritmo terrible que anunciaba otra 'pole' en su casillero. Fueron eliminados Hulkenberg, Vergne, Raikkonen, Sergio Pérez, Sutil y Button.
Paseo final
La Q3 fue en principio un paseo para Vettel. Logró su mejor tiempo (1:42.8) a falta de un minuto y medio y abandonó el coche. Se salió del Red Bull en una muestra de suficiencia tal vez innecesaria, pero que explica por dónde transcurren las cosas en el Mundial. Sus competidores dieron una vuelta más y a punto estuvieron de arrebatarle la 'pole' Rosberg (por una décima) y Grosjean (dos). Pero nada de esto sucedió. El viento sopla a favor del alemán, inspirado en el coche y perfectamente ensamblado con el equipo austriaco.
Fernando Alonso no remonta los sábados con un Ferrari que muestra evidentes carencias en cada clasificación. El dato resulta demoledor. Ferrari no consigue una 'pole' desde el verano de 2012, en Alemania, y solo ha capturado cuatro en los últimos cinco años. Una nimiedad que explica demasiadas cosas. «Mi vuelta fue buena -razonó Alonso-. Ha sido el mejor tiempo del fin de semana. En la carrera intentaremos recuperar todo lo que podamos con una buena salida y una buena estrategia».
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