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AMADOR GÓMEZ
Jueves, 19 de septiembre 2013, 10:29
«¡Quédate aquí en Madrid, Iker! ¡No te vayas! ¡No te vayas!». Los gritos de un aficionado que le esperaba a su salida de la clínica interrumpieron ayer a Casillas mientras hablaba con la prensa y provocaron una sonrisa del portero y capitán del Real Madrid, ya más contento y aliviado tras saber que solo sufre una contusión en las costillas. Casillas no tiene ni fractura ni fisura tras el codazo que recibió la noche del martes por parte de Sergio Ramos, quien se ha tomado a broma la leve lesión de su compañero. «¡¡Despegamos para casa al lado de ...ejem... Jejejeje. Alguno me quiere matar hoy!! No será nada y volverá muy pronto», escribió Ramos en su cuenta de Twitter sobre una foto en la que aparece sentado junto a Casillas en el vuelo de regreso de Estambul, con el guardameta amagando entre risas con darle un puñetazo con su mano izquierda, la misma que le rompió Arbeloa el pasado 23 de enero.
Aquel fue el inicio de tan aciago año de Casillas, con quien se ha aliado la desgracia, aunque el destino no ha sido tan cruel con él como para apartarle del fútbol durante un largo tiempo, dejarle fuera de la pelea por la 'décima' y poner en peligro incluso su participación en el Mundial. Ya que solo estará de baja durante cuatro o cinco días, Casillas regresará a los entrenamientos la próxima semana y volverá a defender la portería del Real Madrid el 2 de octubre en el Bernabéu, contra el Copenhague, en la segunda jornada de la Liga de Campeones. «Se ha descartado todo. Solo es un golpe. Ahora, a recuperarse y estar bien», comentó Casillas, sentado al volante de su coche a las puertas del hospital Sanitas La Moraleja, después de que se le diagnosticase «una contusión costal izquierda pendiente de tratamiento y evolución clínica», según el parte médico.
«¿Algún mensaje para Diego López?», se le preguntó al portero madrileño. «A todo el mundo, hombre. Gracias para todos», zanjó Casillas antes de escapar sonriente entre cámaras y micrófonos.
Sergio Ramos achacó el golpe que propinó involuntariamente a Casillas poco después de arrancar el partido frente al Galatasaray a que, a causa del griterío de la afición del nuevo Ali Sami Yen, no hubo entendimiento entre él y el portero cuando ambos saltaron a por un balón en el área. «Te dolían los oídos. No se escuchaba prácticamente nada. Fue un choque en el que no veo si está Drogba detrás. Nos falta un poco de comunicación y salto pensando que está detrás. La mala suerte...», reconoció el central sevillano.
Mala suerte
«Ha sido mucha mala suerte», coincidió Carlo Ancelotti, que al relegar a la suplencia al portero en la Liga se encargó de alimentar la polémica que abrió José Mourinho a causa de su guerra personal con Casillas. La decisión del entrenador dele quipo blanco se supone, sin embargo, que es solo técnica.
A pesar de que la noche del martes se temía que Casillas pudiera sufrir una fisura dados los gestos de dolor del capitán madridista sobre el césped hasta que decidió abandonar a los 13 minutos, el técnico italiano ya confiaba en que «en tres o cuatro días todo esté bien». Al igual que Ramos, Ancelotti también acertó en los pronósticos, después de elogiar al ahora portero suplente del Real Madrid.
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