Protocolo para salir por piernas

Las tres últimas comparecencias ante la Justicia las ha salvado Pedro Sánchez Guirao, más conocido por el sobrenombre de 'El Karateka', con resoluciones mucho más que favorables. Fue absuelto por un jurado popular, a mediados de 2011, del asesinato de uno de sus antiguos colaboradores, Alfonso S., por el que le pedían dos décadas de cárcel; quedó en libertad tras comparecer en comisaría, el pasado noviembre, por un asunto relacionado con el cultivo y el tráfico de marihuana, y acaba de ser exculpado de amenazas a un testigo protegido, por las que el fiscal reclamaba dos años de prisión. Un pleno.

El juicio por este último asunto se celebró el pasado febrero en el Juzgado de lo Penal número 1 de Murcia. Comparecieron como acusados 'El Karateka' y un ciudadano del Este de Europa, Oleh D., a quienes el fiscal imputaba haber amenazado a un abogado que, como testigo protegido, fue la pieza clave en el caso de asesinato por el que Pedro Sánchez Guirao se sentó en el banquillo. Fue este letrado quien aseguró que 'El Karateka' había matado de un disparo a su lugarteniente, Alfonso S., cuyo cuerpo descuartizado fue hallado en 2008, unos ocho años después de que se cometiera el crimen.

Por su condición de testigo protegido, el abogado había sido adiestrado por las fuerzas de seguridad para extremar las medidas de protección, al existir un hipotético riesgo de que alguien intentara atentar contra su vida e impedir así que pudiera ratificar sus acusaciones cuando llegara el momento del juicio.

En febrero de 2008, regresaba de noche a su domicilio cuando se apercibió de la presencia de dos hombres en un coche, estacionado a pocos metros de la casa. El abogado creyó reconocer a Oleh D., uno de los presuntos hombre de 'El Karateka'.

-«¿Y qué hizo usted entonces?», le inquirió el juez, tratando de centrar la hasta entonces bastante inconexa declaración del testigo, que aparentaba estar, cuanto menos, nervioso.

-«¡Pues qué iba a hacer, Señoría! ¡Activé el protocolo!».

-«¿Y sería tan amable de decirme en qué consistió eso de activar el protocolo?», insistió el magistrado, cada vez más perplejo.

-«¡Pues en salir corriendo, Señoría!», confesó el testigo.

Con esa respuesta dejó de manifiesto este abogado que, quienes quiera que fueran los dos hombres que se encontraban en el coche, y cuales fueran las intenciones que llevaban, lo cierto es que no se llegó a registrar amenaza alguna. La puesta en marcha del 'protocolo' impidió cualquier contacto.

Así lo ha puesto ahora de manifiesto el titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Murcia, Julio Guerrero Zaplana, quien señala que, «aunque el denunciante creyó ver a los dos acusados -sin mucha seguridad-, y ante la posibilidad de que quisieran hacerle algo, comenzó a correr sin que se produjera incidente alguno». Ante tal evidencia, concluye el juez, «procede la absolución de los acusados, al no haberse producido el hecho del que se derivaría la supuesta amenaza».

Pedro Sánchez Guirao, cuya defensa en los últimos asuntos ha sido asumida por el letrado José María Caballero Salinas, ha quedado así libre de cualquier cargo. La sentencia es además firme, ya que las distintas partes pusieron de manifiesto que no iban a recurrirla.