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Domingo, 25 de noviembre 2012, 01:48
Fundador de la Cofradía de Amigos del Aceite de Oliva y un tipo de maneras e ideas exquisitas, Firo Vázquez trajo ayer a Murcia Gastronómica el sabor y el aroma de los olivares de Calasparra. Su taller de cata de vinos fue para muchos el primer acercamiento al mundo del oro verde, un descubrimiento multisensorial que a más de uno incitó a continuar por este camino del análisis olfativo y gustativo del aceite de oliva. Firo Vázquez realizó la cata sobre la variedad Cuquillo, «la joya de la corona de los aceites murcianos». El chef, conocido por sus libros comestibles, invitó a meter la nariz en unos vasitos azules especiales para la cata y a percibir la frescura e intensidad, si desprende olor a hierba o a hoja, si está elaborado con aceitunas verdes o maduras, y a saborearlo en la boca para conocer si es dulce, amargo, picante... «Es necesario que creemos una biblioteca de olores, eso es muy importante en la vida», reivindicó. Según Firo Vázquez, «constancia y memoria olfativa» son fundamentales para catar vinos. «Vayan por la vida oliendo, acostúmbrense a poner la consciencia en el olfato y pónganle un nombre».
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