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LA VERDAD
Jueves, 15 de noviembre 2012, 08:55
Gritos, patadas, lunas rotas, contenedores quemados, piedras en los raíles del tranvía y un sinfín de actos violentos se vivieron en la mañana de ayer en los accesos al campus de la Universidad de Murcia en Espinardo.
Desde primeras horas de la mañana varios jóvenes agrupados en piquetes, muchos de ellos encapuchados, con la cara cubierta y algunos con banderas del PCE y la CGT, se apostaron en las entradas al recinto universitario para impedir el acceso a los pocos que se atrevieron a circular con sus vehículos por esa zona, ya fueran estudiantes, profesores o simplemente familias que viven por la urbanización de Agridulce. Entrar en el recinto universitario fue una misión arriesgada; llegar a las aulas, tarea imposible.
Muchos de los que se acercaron a la zona pronto comprobaron la agresividad de los piquetes hacia todos los que circulaban por las entradas, por lo que prefirieron darse la vuelta y no intentar acceder ni propiciar una discusión con los miembros de estos grupos.
El problema surgió con aquéllos que decidieron no dar marcha atrás y se atrevieron a entrar en el campus. Un padre con su hija, que estaba sentada en el asiento trasero del vehículo, recibió varias patadas en uno de los laterales del coche, que le causaron importantes abolladuras. Terminó además con una luna rota por una pedrada.
Una joven que decidió seguir su camino recibió insultos, gritos amenazantes e incluso una chica, miembro del piquete, se puso delante de su coche, de color rojo, primero, y se subió sobre el vehículo, después, al ver que la joven no estaba dispuesta a dar marcha atrás y seguía circulando aunque a escasa velocidad.
Si llegar a la Universidad en vehículo era complicado por la actitud agresiva de los jóvenes allí apostados, imposible fue hacerlo en tranvía, ya que desde primeras horas de la mañana los piquetes colocaron en los raíles numerosas piedras que impedían la circulación de las máquinas.
También quemaron y volcaron un buen número de contenedores de basura. Varios jóvenes encapuchados mostraron sin ningún tipo de pudor botellas con gasolina para prender fuego al mobiliario urbano y en la carretera se pusieron troncos y piedras que impedían el paso.
A pesar de los destrozos, de las continuas situaciones de tensión, de los daños en coches particulares y de la rotura de lunas, los miembros de las fuerzas de seguridad allí desplazados prefirieron no intervenir, lo que habría evitado muchos de los incidentes y de los daños materiales que se causaron en la entrada al campus de Espinardo y en el acceso la zona de la urbanización de Agridulce.
No es la primera vez que en Espinardo surgen problemas, ya que éste es uno de los puntos más calientes de la Región cada vez que hay una jornada de huelga general, con piquetes que protagonizan broncas y enfrentamientos con los conductores.
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