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J. P. PARRA
Sábado, 19 de mayo 2012, 02:55
Los interventores de Hacienda, que desde este mes están examinando las nóminas de los algo más de 20.000 trabajadores del Servicio Murciano de Salud, centrarán su vigilancia en las peonadas (horas extra) y otros complementos salariales. Se quiere evitar así pagos «que se salgan de lo estrictamente establecido», explican fuentes del Gobierno regional. También se pretende comprobar que todos los hospitales aplican los mismos criterios.
Estas fuentes admiten que se han producido diferencias en las nóminas entre unas áreas de salud y otras. «Lo que queremos es que no haya desmadre; que todo esté controlado», explican. No fue hasta abril de este año cuando el Servicio Murciano de Salud fijó en una resolución criterios comunes para la elaboración de las nóminas de los trabajadores de la sanidad murciana. Los continuos cambios en las jornadas y condiciones laborales desde 2010 han contribuido a la confusión.
Si en algo se van a fijar los interventores de Hacienda es en las peonadas (las horas extra que cobran médicos y otros profesionales por realizar intervenciones quirúrgicas o pasar consulta por las tardes). En el caso de la cirugía, estas peonadas han pasado a cobrarse en función del tipo de operación. No se cobran igual las intervenciones de dos tipos de hernia, por ejemplo. Así que los inspectores vigilarán que el pago se corresponda exactamente con los procesos que se han llevado a cabo, explican las fuentes consultadas.
Los interventores tienen también pendiente la tarea de examinar las incompatibilidades entre la sanidad pública y la privada. Algunas fuentes admiten que hay casos -minoritarios- en los que el profesional trabaja en un centro privado en el mismo horario en el que, supuestamente, debería estar en su puesto público.
La orden del vicepresidente, Juan Bernal, por la que se establece el control previo del salario de los trabajadores del Servicio Murciano de Salud, es solo un primer paso. «La función interventora» de los inspectores, como subraya la resolución, se irá ampliando a otras partidas del gasto. Los pagos a los hospitales concertados por los días de ingreso de los pacientes derivados del sistema público, o por pruebas diagnósticas o cirugía, son un firme candidato a sumarse a la lista.
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