Secciones
Servicios
Destacamos
J. A. G.
Jueves, 8 de marzo 2012, 12:35
«Alertadas por Francisco, se aproximó al lugar de los hechos una multitud de personas, entre las cuales se encontraban Francisca, Trinidad, Carmen, Agustina y Sandra, todas ellas familiares. Comenzaron a increpar a los agentes y les agredieron, valiéndose de instrumentos tales como palos, zapatos, escobas y otros similares». Así relata en una sentencia el titular del Juzgado de Lo Penal 2 de Cartagena, Álvaro Bellas, la agresión que sufrieron dos agentes de la Policía Nacional el 14 de julio de 2009 cuando intentaban arrestar a un vecino de Los Mateos sobre el que pesaba una orden de busca y captura por otra causa.
El juez dio anteayer a las cinco mujeres diez días de plazo para presentarse de forma voluntaria en la prisión y cumplir una pena de dos años y un día de prisión por un delito de atentado contra la autoridad y otro de lesiones.
Asimismo, estas vecinas (de 23 a 74 años de edad) tendrán que indemnizar de forma conjunta a uno de los agentes con 3.140,76 euros por lesiones en las cervicales y otras partes del cuerpo; y con 1.520 euros al otro por lesiones similares. Y deben pagar 21,9 euros por las dos camisas que destrozaron a los policías y 25 euros por las gafas de uno de ellos.
En cuanto a Francisco J. M., de 32 años, ha sido condenado a tres años y medio de prisión por un delito de lesiones y otro de atentado contra la autoridad. Primero hizo caso omiso a la orden de alto de los agentes que lo vieron en la calle Borderán, y luego echó a correr y cayó al suelo.
Entonces, hubo un forcejeo con los funcionarios policiales durante el que el reo sacó un cuchillo de 30 centímetros que casi alcanza a los policías en el costado. También les propinó «diversas patadas y puñetazos».
Al llegar la «multitud» de amigos y familiares, a los que según el juez pidió ayuda «a gritos» y «jaleó para que agredieran a los agentes», el hombre logró zafarse. No obstante, luego fue arrestado en la zona de monte del barrio no sin antes oponer una fuerte resistencia.
Una de las mujeres condenadas escondió en su casa el cuchillo, que la Policía no ha podido recuperar pero que el juez considera probado que se usó en la refriega.
En su resolución, el juez argumenta que debe aplicar el artículo 552 del Código Penal y considerar que hay un delito contra la autoridad en su formato agravado, debido al «menosprecio evidente que reflejan los acusados hacia el principio de autoridad».
Cuchillo de 30 centímetros
Así, respecto a Francisco asegura que «el uso del cuchillo ha quedado acreditado, y su consideración como arma u objeto peligroso se encuentra fuera de toda duda».
Como recuerda el magistrado, «su violencia fue de tal calibre que no pudieron terminar de colocar los grilletes. De hecho, tuvieron que utilizar dos pares de grilletes, y solo pudieron colocarle uno en cada muñeca».
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.