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JORGE G. BADÍA
Sábado, 25 de febrero 2012, 03:04
«Quiero poner de manifiesto, en mi condición de representante legal de este ayuntamiento, que no se va a autorizar la actividad solicitada». Con estas palabras concluye el alcalde de Abanilla, Fernando Molina, el oficio de Alcaldía que se presentó este jueves ante la Dirección General de Medio Ambiente, para mostrar «el rechazo» de la Corporación al expediente para la autorización ambiental integrada para instalar una planta de residuos sólidos urbanos.
El proyecto -que se encuentra en fase de consultas institucionales- contempla habilitar un vertedero de 7.243.648 metros cúbicos en la cantera de El Marjal, en la rambla de Balonga, acabará archivado tras el informe emitido por la Oficina Técnica del Ayuntamiento. En el documento, al que ha tenido acceso 'La Verdad', los técnicos concluyen que «con la documentación adjunta, se observa que la ubicación de la citada planta se encuentra dentro de la Zona Protección minera del Plan General de Ordenación Urbana de Abanilla».
En concreto, la empresa promotora del proyecto, Áridos Abanilla, pretendía 'reciclar' el hueco dejado por la explotación minera de El Marjal, «que está inactiva», para habilitar celdas y verter en un vaso que ocuparía un total de 15 hectáreas de terreno, según el proyecto. Algo que no podrá ser posible, ya que «cabe informar que el uso que se solicita no es compatible con la clasificación actual, descrita anteriormente y que se corresponde con el PGOU».
Es decir, que el Consistorio no llevará a cabo la recalificación de suelo necesaria para que Áridos Abanilla pueda gestionar residuos sólidos urbanos en suelo minero. El oficio de Alcaldía y el informe técnico, contrario al vertedero, se le harán llegar a la oposición en el próximo pleno. El portavoz popular, Pascual Martínez, ha subrayado que «estamos molestos con la oposición porque se han tirado a la piscina sin agua y han politizado el proyecto como arma arrojadiza contra el PP».
Y es que el PSOE llegó a repartir un boletín sobre el vertedero de Proambiente y el de Balonga, y presentó una batería de preguntas en el registro municipal, mientras que el IUMA tramitó un escrito en el Consistorio, y se reunió con los regantes, además de representantes del Balneario de Leana.
Extremo este último que provocó, según el portavoz popular, «alarma social en Abanilla», y de rebote, un conflicto institucional con el Balneario de Leana después de que su máximo responsable, Pedro de Leana, anunciase el inicio de una campaña de recogida de firmas contra la planta, que se situaría «un kilómetro por encima del acuífero de los Baños de Fortuna». De hecho, en solo tres días logró reunir más de 500 firmas contra el vertedero, que habría supuesto la segunda instalación de estas características en el término municipal abanillero.
Pese al evidente rechazo social que había despertado Balonga en la población, Pascual Martínez asegura que «existen unos cauces administrativos que hay que cumplir y estábamos esperando al informe técnico; no se ha dado carpetazo al proyecto por las presiones».
Martínez zanja que «el Ayuntamiento no se ha pronunciado antes porque el proyecto no llegó a nuestro poder hasta el 3 de febrero, pero somos los primeros que velamos por los intereses de regantes y agricultores». Eso sí, el proyecto del vertedero de Balonga ha llegado a implicar hasta al mismísimo diputado nacional por el PP Arsenio Pacheco, quien tras el desencuentro entre el Balneario de Leana y el alcalde de Abanilla, Fernando Molina, 'medió' en el conflicto entregando en persona a Pedro de Leana el oficio de la Alcaldía donde se tumbaba el proyecto.
«Hemos frenado Balonga»
La lectura que ha hecho la edil del IUMA, María Dolores Saurín, de los acontecimientos vividos las últimas dos semanas -desde que se dio a conocer el proyecto- es diametralmente opuesta a la del PP. Saurín asegura que «el oficio de la Alcaldía no me vale, porque para que Áridos Abanilla presentase el proyecto debía de existir una cédula de compatibilidad urbanística emitida por el Ayuntamiento, un requisito vinculante que recoge la Ley de Protección Ambiental Integrada». Argumento que en líneas generales comparten desde Ecologistas en Acción.
La edil del IUMA se pregunta «cómo la empresa iba a presentar un proyecto de estas características sin existir una cédula emitida por el Ayuntamiento». Saurín zanja que «hemos frenado el segundo vertedero de Abanilla y el Partido Popular ha tenido que dar marcha atrás ante la presión social».
Ecologistas espera que una vez rechazado el proyecto, «se cumpla con el plan de restauración que la empresa planteó en la declaración de impacto ambiental de la cantera».
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