Las uvas, fuera del descenso (88-75)

Sin duda, el partido que se pudo presenciar en el Palacio de los Deportes resultó de lo más extraño, seguramente por la responsabilidad, la tensión, los nervios y lo mucho que se jugaban tanto el UCAM como el Asefa Estudiantes. Y paradójicamente, lo que había condenado a los murcianos en las últimas jornadas, en encuentros con finales apretados, fue lo que les dio la victoria finalmente. En esta ocasión, los pupilos que dirige Luis Guil, a costa de cargarse de faltas personales, sí que defendieron en la segunda parte, dejando a su rival en 28 puntos cuando en los primeros 20 minutos había anotado 47; y gestionando la parte trascendente con habilidad y maestría.

En esta ocasión no fue uno, sino varios los jugadores que dieron un paso adelante, tal y como pretendía su entrenador, para llegar al final del año con la confianza de mirar la clasificación sin que eso suponga un mal trago: fuera de los puestos de descenso. La cena de gala, las uvas y el brindis del UCAM serán en un puesto más acorde con los méritos realizados. Una amplia victoria por trece puntos (88-75) que fue más sufrida de lo que parece por el marcador y que sabe a gloria para los murcianos, porque les permite alcanzar su cuarto triunfo de la temporada y porque les posibilita salir de abajo, al menos por ahora.

La primera mitad comenzó con el quebradero de cabeza de cómo frenar a Germán Gabriel, que desde el poste bajo estaba haciendo mucho daño a los murcianos. Los triples, para variar, no entraban y la táctica fue la de jugar rápidas transiciones y balones a los interiores cuando se trataba de atacar en estático. El primer parcial se lo apuntaron los de Guil, si bien tuvieron la ocasión de abrir más brecha que un escueto 23-20.

El inicio del segundo cuarto fue demoledor, lo que obligó al técnico local a sentar a Popovic tras un parcial de 0-7. El UCAM reaccionó, pero se quedó a medio camino. Nadie pudo frenar a Flores y las ayudas en la defensa de Gabriel llegaban tarde. El Estudiantes disfrutó de una máxima ventaja de ocho puntos (32-40), que fueron recortados a base de lo que no le estaba entrando a los locales, el tiro exterior. Un triple de Grimau permitió a los suyos dejar la ventaja del rival en solo tres puntos (44-47).

De los males el menos, el UCAM estaba mal en defensa. Pero los murcianos aprendieron la lección en el descanso, apretaron atrás y comenzaron a realizar el juego que maravilló durante la pretemporada. El tercer cuarto fue muy importante porque el Asefa Estudiantes tardó en anotar su primera canasta, solo pudo hacer 11 puntos y el UCAM se metía en el último cuarto con ventaja en el marcador (67-58). Pero con lo que había pasado en partidos anteriores nadie se fiaba del futuro del partido.

En el último cuarto ambos conjuntos comenzaron a intercambiar aciertos y fallos desde la línea de tres puntos, siendo el cuadro madrileño el que salió más beneficiado. Al punto de ponerse a solo un punto (76-75) cuando aún restaban cuatro minutos para el final. Y a partir de ese momento todo cambió y fue gracias al temple de Augustine y Walsh, que le dieron a su equipo cinco puntos de renta. Suficientes. Pepu Hernández se la jugó con cuatro 'pequeños' y con ello el rebote se decantó del lado local. Una canasta de Barlow tras coger su equipo dos rebotes ofensivos en la misma jugada, fue crucial para que la victoria se quedase en casa y la plaza de puestos de descenso viajase directamente en la maleta del Estudiantes.

Una gran defensa en el segundo tiempo, a costa de jugar los momentos importantes con varios jugadores cargados con cuatro faltas, y la gran gestión en los instantes vitales sirvieron esta vez para sumar un nuevo triunfo, el cuarto. Así despide el UCAM los puestos de descenso y el año 2011. El próximo partido lo jugará en Manresa el miércoles día 4 de enero, a las 21.00 horas contra el Asignia.

El mejor del UCAM Murcia fue Jordi Grimau, autor de una canasta triple psicológica para acabar la primera mitad, la cual permitió estrechar el marcador. Además, fue el máximo anotador del partido con 19 puntos, de los que 12 los anotó en la segunda mitad, justo cuando los dos equipos estaban más atascados en labores ofensivas y más se necesitaba.