Buen baloncesto, mal resultado

El baloncesto suele tener estas cosas, no es la primera ni será la última vez que un equipo juega para ganar desde el principio, hace más desgaste que su rival en todos los aspectos del juego y cuando llega el momento definitivo sale cruz y te quedas con un palmo de narices. El UCAM Murcia, con bajas importantes por lesión, se sobrepuso a sus problemas y salió a jugar de tú a tú frente a un rival en teoría más grande y en el que además debutaba un jugador capaz de desequilibrar por sí solo como es el brasileño Splitter.

Guil manejó de forma absolutamente soberbia sus peones en el primer cuarto contando con el magnífico trabajo defensivo de Grimau sobre Rafa Martínez y la aportación de un polivalente Barlow, más un segurísimo Sekulic para jugar el mejor baloncesto que hemos visto en Murcia en mucho tiempo. Buena defensa y gran acierto en el tiro exterior para escaparse con claridad en el primer cuarto, 23 a 13. Los relevos en el Valencia despistaron al inicio del segundo cuarto y Rafa Martínez sacó provecho al límite de que Grimau estaba en el banco para meter a los suyos en el partido. Los triples, muy solo siempre, del letón Kuksiks agrandaron el juego del Valencia, que empezaría a sumar por más sitios para mantenerse en el partido hasta el descanso aprovechando que Augustine llevaba 15 minutos en el banco por culpa de las faltas.

Tras el descanso más igualdad. La apuesta de jugar con Augustine y Sekulic por dentro volvía a dar cierta solvencia en el rebote y Grimau se sacó de encima esa falta de confianza que se le atribuía desde la primera jornada. Se jugó balones que nadie quería para sí y anotó triples importantes en los momentos más difíciles del partido. El problema es que el Valencia estaba en el partido y nunca se entregó, jugó todas sus alternativas ofensivas incluyendo al francés Nando de Colo como base y Splitter sumaba intangibles cerca del aro, cambiando tiros en defensa y atrayendo la atención en el ataque.

Se perdieron más balones que de costumbre en la recta final y los errores en el tiro libre abrían más opciones para los valencianos. Miso se equivocó al leer la defensa de los bloqueos directos y perdió dos balones importantes en momentos clave, exactamente igual que Franch. Era una pena porque los papeles estaban bien repartidos y se habían resuelto bien los graves problemas de las bajas. Augustine desperdició un balón para ganar el partido tras una excelente defensa y ellos sentenciaron.

Es una derrota, eso está claro, pero creo que la gente que fue al Palacio no se puede sentir defraudada del juego y del corazón puesto en cada acción. Ya entran los tiros exteriores y casi todos aportan su grano de arena, con ese nivel de baloncesto se puede ganar en muchas canchas de esta liga.