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PALLARÉS RIPALDA
Lunes, 14 de noviembre 2011, 02:48
José Javier Cano Jiménez no podía imaginarse que lo que empezó siendo casi una chiquillada le iba a convertir en un campeón del mundo. Llegó al deporte por casualidad y ahora es su quehacer diario. «En Blanca, mi pueblo, la mejor excusa que teníamos los chavales para que nuestros padres nos dejaran bañarnos en el río era apuntarnos al piragüismo. Así lo hicimos hace cuatro años un grupo de amigos de mi barrio. Lo que luego ocurrió fue que al acabar el buen tiempo y empezar el frío ya no era tan apetecible bañarse y la mayoría dejaron el piragüismo. A mí me había gustado y continué». Siguió y siguió hasta el punto de que actualmente es campeón de España en K-1 de 500 metros y subcampeón en 1.000 metros, y lo más importante, campeón del mundo de 1.000 metros en K-4 y subcampeón en K-2 de 500 metros. Todo ello en la categoría sub 23 en aguas tranquilas. José Javier Cano, que nació el 10-11-1993, por lo que está a punto de cumplir los 18 años, tuvo la gran suerte de encontrarse en el Blanca Club de Piragüismo con el entrenador Antonio Joaquín Molina que supo, primero, atraerle hacia este deporte y a continuación comenzar a pulirle su estilo. Teniendo en cuenta su edad y que aún le quedan cuatro años en categoría sub 23, de este blanqueño se puede esperar absolutamente todo.
«Mi deporte es olímpico y llegar a competir en unos Juegos es mi máxima aspiración. Clasificarse para acudir este verano a Londres, aunque no lo descarto, es complicado pero a los próximos Juegos seguro que tengo posibilidades».
K-1, K-2, K-4 son referencias de la forma en la que se compite. «Indican el número de palistas que va en cada piragua», aclara Cano. En cuanto a sus preferencias, «en el campeonato de España lo hago solo porque te permite ir a tu ritmo, pero en competiciones internacionales hay más competencia y es mejor ir acompañado porque de esa forma es más fácil motivarse y mantener la tensión. A mí me gusta sentarme el cuarto».
José Javier Cano vive actualmente en la Residencia Blume de Madrid, becado por el Consejo Superior de Deportes, allí compagina los estudios con el piragüismo. Es su segundo año. «Del entrenamiento al instituto y del instituto a los entrenamientos. Esa es mi rutina diaria». Por cierto que cuando llegó a esta residencia y supieron que practicaba piragüismo fueron muchos los que sorprendidos le preguntaban: «¿Es qué en Murcia tenéis tanta agua?...»
También piensa en su futuro y ahora mismo sus planes son convertirse algún día en policía nacional. ::
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