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Álvaro Peña con un zumo de naranja en la terraza de su casa. :: M. HERRERO
«Todos somos demonios o ángeles según nos interesa»
LA GACETILLA

«Todos somos demonios o ángeles según nos interesa»

Álvaro Peña. Ilustrador y humorista gráfico

MANUEL HERRERO

Miércoles, 7 de septiembre 2011, 03:26

Álvaro Peña siempre esta sonriendo. Ilustrador y realizador de multitud de viñetas humorísticas para varias publicaciones nacionales e internacionales, Peña nació en Murcia y estudió Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Complutense de Madrid. A su regreso a Murcia comenzó a dar rienda suelta a una de las pasiones de su vida, la pintura y el dibujo. Esta tarde presenta en la Fundación Cajamurcia de Madrid la exposición 'El cabaret de los sueños perdidos'.

-¿Por qué el cabaret de los sueños perdidos?

-Son las almas melancólicas de mi ópera prima; en ella los personajes exhalan un sigilo suspenso de expresividad. Mis personajes se mueven en el oscuro mundo de la nueva bohemia.

-¿Por qué aborda el tema de las mancebías?

-Las mujeres del siglo XIV ocupaban los arrabales de la ciudad de Murcia que lindaban con las murallas árabes, fuera de la puerta de Murcia, y el barrio de la morería. Son estas mujeres las que con mayor facilidad expresaban la fuerza de su vida interior. Eran mucho más emotivas y exteriorizaban con mucha energía su vida íntima y personal.

-¿Tan dura es la vida de las prostitutas?

-El pintor Egon Schiele reflejaba en sus cuadros las angustias de las gentes que vivían internadas en centros psiquiátricos y las mujeres recogidas de la calle. Todos estos personajes manifestaban muy bien esa expresividad interna que podía transmitirse de forma pictórica.

-¿El tema es novedoso?

-No, es la profesión más antigua del mundo, de hecho la primera meretriz convertida en santa fue María Magdalena. En el siglo XIV las vírgenes y las mártires estaban muy cerca de las prostitutas y las casas de mancebía ya estaban legalizadas porque se daban muchos matrimonios de convivencia y necesitaban otros lugares para satisfacer el deseo carnal. Yo acepto todo sin ningún problema, mi madre me enseñó a respetar y entender a todo tipo de mujeres.

-Hay muchas naranjas en sus trabajos... ¿Le parecen eróticas?

-Pedro López Morales, el director del video que acompaña la muestra, pensó que el naranja iba a ser el color predominante ya que me había visto tomar mucho zumo de naranja, en cualquier lugar y a cualquier hora del día; y sobre todo porque es símbolo de energía, alegría, felicidad, atracción y creatividad.

-Presenta al demonio con cuernos muy pequeños. ¿Es bueno o malo?

-Nadie es bueno ni malo al cien por cien; creo que todos utilizamos nuestra parte buena o mala según nos interese; de hecho muchas de las figuras que aparecen en mi obra tienen un cierto aire ambiguo.

-¿Por qué presenta cerezas y jazmines en sus trabajos?

-Las cerezas son frutas prohibidas y asemeja a la mujer prohibida. Es roja, carnosa, pura. Los jazmines son de las pocas flores que ni se compran ni se venden; ¿ha visto usted vender jazmines en alguna floristería? Son unas de las pocas flores que tienes que cultivar tú mismo o te las tienen que regalar; son flores que limpian y perdonan las mercantilistas acciones que las mujeres del buen vivir realizan a través de la venta de su cuerpo.

-¿Por qué se viste usted siempre de blanco en el vídeo?

- Instrucciones del guionista. El color blanco da una aproximación a la existencia celestial, donde habitan los ángeles y de donde fueron expulsados los demonios.

-Vamos, que usted va de puro...

-Voy de puro porque me reservo el tanto por ciento de pureza que tengo. Todos somos ángeles y demonios.

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