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EDUARDO RIBELLES
Sábado, 27 de agosto 2011, 02:51
Como máximo representante de los hoteles de la costa regional, José María Cano asistió hace diez días a una 'cumbre' con los consejeros de Turismo, Pedro Alberto Cruz, y Presidencia, Manuel Campos, sobre los retos de La Manga.
-¿Tuvieron tiempo de plantear todas sus preocupaciones?
-Desde luego; pedimos un montón de cosas. Aprovechamos que venía también Manuel Campos, competente en Medio Ambiente, para hacerles una batería de solicitudes. Ellos venían a escuchar y mostraron buena disposición a adquirir compromisos sobre lo que les comentamos.
-¿Hubo posibilidad de 'atar' alguna inversión concreta?
-No se trataba tanto de eso como de pedirles que sean conscientes de que La Manga necesita un plan a cinco o diez años para consolidar su proyecto turístico. Sabemos que el dinero público escasea. Por eso, si las cosas no se acometen en uno o dos años, no pasa nada. Lo que sí es necesario es tener las cosas claras y coordinadas desde el principio. Si no, estaremos toda la vida dando palos de ciego y los problemas subsistirán.
-Uno de los asuntos que más se publicitó de ese encuentro es la idea de que hay que apostar por el ocio para jóvenes. ¿No le da miedo que eso ahuyente al turismo familiar?
-De lo que se trata es de que el turismo familiar de La Manga no acabe siendo un turismo de viejos y de familias con niños pequeños. Hay que promover actividades para que los hijos mayores de esas familias lo pasen bien y recuerden La Manga como un destino al que volver. Ahora tenemos muy poca oferta de ese tipo. Hacen falta más actividades deportivas y lugares donde practicarlas, más locales agradables donde tomar un refresco o una copa con música, y más actos culturales y musicales relevantes. Y lo que hay que evitar es que la juventud acabe dándose al 'botellón' de manera indiscriminada.
-¿El 'botellón' sigue siendo un problema?
- El problema no es que exista, sino los lugares donde se reproduce. No puede ser que se concentre en zonas como la explanada del Cavanna. Eliminarlo no es posible; hay que reconducirlo hacia zonas específicas.
- Pero en La Manga no quedan, desde luego, muchos espacios libres para reubicar a esos jóvenes. ¿A qué zonas se refiere?
-Nosotros sugerimos que se piense en crear un área específica entre Cabo de Palos y La Manga, que es una zona muy amplia.
-¿Pero aquello no es mayoritariamente zona protegida?
-Parte lo es y parte no. En la que no está protegida debería intentarse algo parecido a lo que se consiguió en Marbella. Allí, el 'botellón' se sacó de la ciudad y se llevó a una zona en la que se crearon los servicios necesarios, como un transporte eficaz, unos aseos públicos y un servicio de vigilancia. Dado que no es posible acabar con este fenómeno, ésta sería una salida razonable para evitar que acabe tomando todas las calles y plazas de La Manga.
-Mezclar turismo joven, ocio nocturno y alcohol lleva a pensar en incidentes como los de la Costa Brava de hace unas semanas. ¿Cómo se pueden manejar esos ingredientes sin acabar con problemas?
-Es que no es lo mismo. En ningún caso estamos pensando en ese tipo de turismo. Lo que pretendemos es que los jóvenes no abominen de La Manga. Yo también he visto las consecuencias de ese turismo masivo alcoholizado. Me he topado con peleas en San Antonio de Ibiza y de ninguna manera quiero algo parecido aquí. Pero lo que tampoco deseo es que, si una persona viene a nuestra costa, diga que no quiere volver porque aquí se aburre.
-¿Es posible lograr esa atracción sin caer en el exceso?
-Otros lo han conseguido. Palma de Mallorca es un buen ejemplo. Calviá, sin ir más lejos, cuenta con una gran animación nocturna, con sitios de copas muy bien equipados, y sus clientes no generan ningún problema de orden público, ni nada parecido a eso. Pero para llegar a ese nivel hay que trabajar mucho. Otro ejemplo es Santa Eulalia, en Ibiza, que es lo contrario a San Antonio.
-Pero para eso hace falta dinero. Volvemos al espinoso asunto de la financiación pública.
-De acuerdo. Es un mal momento para pedir fondos públicos, pero no para marcar unas directrices claras. Por eso les pedimos a los consejeros que elaboren un plan a medio o largo plazo y lo consensúen con el resto de las administraciones, desde la Demarcación de Costas hasta los ayuntamientos de Cartagena y San Javier.
-¿Y cree usted que hay voluntad de hacerles caso?
-Le voy a contar algo que me pareció un buen síntoma. Al día siguiente del encuentro, el consejero de Turismo me llamó por teléfono y me contó que acababa de reunirse con el alcalde de San Javier. Me dijo que le había planteado algunos de los asuntos de los que hablamos y que había buenas perspectivas.
-Dentro del capitulo del ocio al que se refería está la cuestión de los chiringuitos y cómo conseguir que sobrevivan sin afectar a los vecinos ni a la costa.
-Los chiringuitos son necesarios en La Manga como parte de esa oferta para atraer al público joven. Pero deben cumplir con unos horarios. Hay que elaborar una normativa que consiga lo que se ha logrado, por ejemplo, en Ibiza y Formentera. Allí gozan de bastante libertad durante el día. Pero a las doce de la noche cierran. El que quiere seguir tiene que irse a alguna discoteca bien equipada y que deja dormir a los vecinos. Y esa discoteca cierra a las seis de la madrugada. En La Manga no tenemos ni una sola discoteca de este tipo y los chiringuitos no encuentran las condiciones más adecuadas para triunfar.
-Bueno, está el ZM...
-Un establecimiento fenomenal, pero que tiene que someterse, como todos, a unos horarios y unas fórmulas de funcionamiento que no molesten a los demás.
-¿Qué propone para conseguir unos chiringuitos que hagan negocio y no molesten?
-Un régimen de concesiones que garantice un periodo de varios años de actividad. Si el empresario tiene una garantía de funcionamiento a medio plazo, hará inversiones que mejoren la calidad y dejen más satisfecho al cliente. Además, se le podrá exigir con mayor fundamento que cumpla la normativa y tenga sus instalaciones correctamente homologadas.
-A Campos le plantearon también cuestiones ambientales candentes, como la de las medusas.
-Sí, la plaga de medusas de este año fue objeto de debate. Le comentamos que en la planificación a medio plazo para La Manga tiene que entrar también la supresión total de los vertidos de aguas residuales de los regadíos agrícolas, a través de las ramblas de drenaje del Campo de Cartagena. Si eso no se elimina, nunca podremos conseguir un descenso radical de las medusas, que en la actualidad son un sistema perfecto de filtrado del agua. Una medusa filtra doce litros de agua al día. Cuarenta millones de ellas dejan el Mar Menor limpio de esos vertidos. Por tanto, si no hay vertidos, el ecosistema no necesitará medusas y se acabará el problema.
-¿Eso no significa limitar la actividad agrícola?
-En absoluto. Seguro que hay soluciones. Pero hay que poner a la Universidad Politécnica de Cartagena y a la de Murcia a trabajar en ellas. Quizás se pudiera crear un sistema de depuración de aguas agrícolas que permitieran su reutilización. Lo que está claro es que seguir como hasta ahora y actuar solo por medio de campañas de pesca de medusas no soluciona el problema.
-También tienen ustedes problemas de vertidos propios.
- Se deben a deficiencias en el alcantarillado, que es de competencia municipal. Las estaciones de bombeo necesitan un mantenimiento que vale dinero y que ha de hacerse en invierno. Por eso, pedimos al consejero de Presidencia que presione a los ayuntamientos para que hagan esa labor.
-El turismo también necesita de mejores comunicaciones para crecer. ¿Cree que el nuevo aeropuerto de Corvera será beneficioso?
- Queremos que lleguen cuantos más turistas mejor, también en avión, pero lo que no debe ocurrir es que con Corvera se cometan los mismos errores que con San Javier. donde los turistas no disponen de transporte público colectivo y donde coger un taxi es casi un milagro. El nuevo aeropuerto debe contar con un transporte público de calidad, que lo conecte con los destinos turísticos principales y a precios competitivos. No queremos que quien llega de Manchester por 80 euros se gaste luego esa misma cantidad en un taxi para llegar a su alojamiento.
-¿Será compatible con el aeródromo de San Javier?
-Entrarán en competencia; eso seguro. No sé cómo acabará la cosa, pero tampoco creo que deba pronunciarme al respecto.
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