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JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ
Jueves, 25 de agosto 2011, 21:52
Los partidos políticos de la oposición en Cartagena respaldaron ayer públicamente la petición de la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse) de que la Comunidad Autónoma amplíe el parque regional de Calblanque, Peña del Águila y Monte de las Cenizas para proteger de la edificación áreas como el paraje de Huerta Calesa, que formaba parte de ese espacio protegido hasta 1994 y donde el Ayuntamiento de Cartagena prevé la construcción de unas cuatrocientas viviendas. PSOE, Izquierda Unida-Verdes, Movimiento Ciudadano (todos ellos con representación en el Ayuntamiento) y Socialistas por Cartagena reclamaron al Ejecutivo Autonómico que aplique las recomendaciones de los técnicos regionales de Medio Ambiente y salve del ladrillo la citada zona forestal afectada en parte por el incendio que ha arrasado casi una séptima parte del parque regional y terrenos aledaños.
Los grupos de la oposición al gobierno municipal, del PP, salieron en tromba en defensa de la protección de Huerta Calesa (o Princesa de Atamaría) tras el anuncio de la Dirección General de Territorio y Vivienda de que dejará al Ayuntamiento la decisión de adaptar o no el plan general al criterio de la Dirección General de Planificación, Evaluación y Control Ambiental.
Según la Comunidad, el informe tiene carácter preceptivo pero no vinculante, y por lo tanto aunque el nuevo plan municipal debe recibir ahora el visto bueno de Territorio y Vivienda, éste no está obligado a exigir al Ayuntamiento que cumpla con las indicaciones de los expertos regionales de medio ambiente. Eso sí, se establecerán unas bandas de amortiguación o espacios libres entre las viviendas y el parque.
Desde el consistorio, el concejal de Urbanismo, Joaquín Segado, ha destacado que en una tramitación tan compleja es normal que cada instancia exponga su parecer; que no hay nada definitivo hasta que se pronuncie la Dirección General de Territorio; que no se habla de recalificar nuevos terrenos, sino de mantener lo fijado en el plan vigente con las elevadísimas restricciones de usos y densidades que se imponen para este tipo de zonas; y que si se cambia el uso del suelo sería en todo caso para garantizar una mayor protección.
Anse ha exigido al Gobierno regional que ponga por delante la protección de esta zona de alto valor ecológico frente a los intereses privados, con el argumento de que «aumentar la presión urbanística sobre Calblanque tendría peor efecto que el incendio» de estos días .
Además, los ecologistas han advertido al Ejecutivo Autonómico de que «no cometa la tentación y el error de La Zerrichera [Águilas], un proyecto urbanístico que se empeñó en sacar adelante a pesar de los informes contrarios de Medio Ambiente y que al final ha tenido que anular por las irregularidades reconocidas por la Justicia», en palabras del director de Anse, Pedro García.
Los técnicos regionales han pedido ampliar la zona de amortiguación de treinta metros de anchura prevista por la vegetación de la zona y su cercanía al paisaje protegido, y han citado el riesgo para la población en caso de un incendio forestal. Anse ha subrayado que esto último no es una mera hipótesis, ya que el incendio del jueves pasado obligó a desalojar a unas mil cuatrocientas personas en Atamaría y Portmán y casi arrasa este último pueblo.
Recuerdan La Zerrichera
Desde el PSOE, el diputado regional Joaquín López coincidió en comparar Huerta Calesa con La Zerrichera y advirtió de que su grupo estará «muy encima para que no se repitan los abusos urbanísticos que hemos sufrido en los últimos años».
López anunció que presentará una iniciativa en la Asamblea Regional «para instar al Gobierno autonómico a cumplir de forma estricta la legalidad y aplicar el criterio de sus técnicos ambientales en todo lo referido al nuevo Plan General, porque los informes no serán vinculantes para el Ayuntamiento según dice una alto cargo de la administración pero desde luego sí lo deben ser para la propia Comunidad».
En todo caso, la portavoz municipal del PSOE, Caridad Rives, sí pidió al Gobierno local modificar la ordenación de las zonas cercanas a Calblanque y ampliar el parque.
«Lo único que tiene que plantearse ahora el Ayuntamiento es recuperar de forma inmediata el espacio ante el desastre ecológico ocurrido» para que «no puedan utilizarse para satisfacer intereses urbanísticos»; y la Comunidad debe impedir las casas, reclamó desde IU la concejal María Rosa Mateo.
El edil José López, de MC, defendió que se conserve Huerta Calesa y Cala Reona y se amplíe el parque regional porque «esa parte del litoral ya está colmatada de viviendas y, además, el valor ecológico es el más escaso y el que puede aportar más al futuro de la comarca, aunque pueda parecer que el más beneficioso es el de la construcción».
Protección tras el incendio
Por Socialistas por Cartagena su portavoz, Juan Luis Martínez, dijo que dejar la decisión al gobierno de Pilar Barreiro «supone un insulto a la inteligencia y un cinismo político sin precedentes». Y vio «intolerable que los días posteriores al incendio a los representantes políticos del Ayuntamiento y de la Comunidad, incluida la alcaldesa, Pilar Barreiro, se les llenó la boca de defensa del espacio protegido, y sin embargo tienen intención de aprobar una urbanización de más de 400 viviendas en el entorno del parque».
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