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Panorámica de los terrenos donde se asentaba la vieja factoría de Potasas y Derivados, que fue desmantelada hace nueve años. :: PABLO SÁNCHEZ / AGM
El amianto campa libre en Potasas
CARTAGENA

El amianto campa libre en Potasas

El colectivo de enfermos de asbestosis denuncia que aún quedan partículas en los terrenos

ANTONIO LÓPEZ anlopez@laverdad.es

Martes, 16 de agosto 2011, 11:50

El amianto aún campa libre en los terrenos donde se ubicaba la vieja fábrica de Potasas y Derivados, una sustancia invisible al ojo humano pero tan letal que una vez dentro del cuerpo lo infecta para siempre, hasta tal punto que pueden llegar a pasar entre treinta y cincuenta años para que una persona conozca que lo lleva dentro, según los expertos en este enfermedad conocida como asbestosis.

Los terrenos de la antigua factoría productora de fertilizantes fueron desmantelados hace nueve años y desde entonces nadie se ha hecho cargo de su descontaminación, a pesar de los reiterados intentos, tanto del Ayuntamiento como de empresas urbanísticas interesadas en ellos. Demasiado tiempo, si se tiene en cuenta que desde 2002 aún quedan restos de amianto en los terrenos, según aseguró a este diario el presidente de la Asociación de Afectados por el amianto de la Comunidad Autónoma de Murcia (Apena), Diego Martínez Nieto.

«Aquello lo desmantelaron a pico y pala y sin mascarillas. Aún sabiendo que existía ese riesgo y que en la fábrica se usaba esa sustancias, los operarios que participaron en la labores de desmontaje no usaron equipos de seguridad», explicó el portavoz de los enfermos.

No solo fue en Izar

De ahí que las demandas como consecuencia de padecer asbestosis no solo se circunscriben exclusivamente a la empresa de construcción naval Navantia (antigua Izar), sino también a Potasas y Derivados y otras dos compañías vinculadas al sector de la construcción de viviendas en la ciudad.

En los años sesenta y setenta, el amianto era utilizado prácticamente por todas las empresas industriales y de construcción, pero es ahora cuando los casos de enfermedad están saliendo a la luz. Según Diego Martínez Nieto, «actualmente se puede llegar a conocer hasta un caso al mes, y eso que muchos no saben que lo tienen y los que lo creen que lo pueden tener no quieren hacerse las pruebas», aseguró.

Calcula que en la Región de Murcia hay más de 5.500 enfermos, 2.500 son de la comarca de Cartagena. «Los casos son continuos. Hay que tener en cuenta que antes se usaba mucho esa sustancia y en demasiados lugares de la ciudad aún queda. En el caso de los terrenos de Potasas, aún hay restos».

Lo más peligroso es que al no haberlos descontaminado, esas partículas pueden ser arrastradas por el viento hasta la ciudad, por lo que los ciudadanos que está más cerca de esos solares puede salir perjudicada, añadió el presidente de Apena. Esta afirmación la corroboró a esta diario uno de los mayores expertos en esta sustancias, médico especialista y miembro de la Asociación Gallega de Víctimas del Amianto (Agavida), Carlos Piñeiro. «Donde se ha trabajado con amianto siempre queda. Esta sustancia se asienta en la tierra, pero puede ser transportada a través del viento», indicó.

Solar cercano a la población

Carlos Piñeiro conoce perfectamente los terrenos de Potasas, porque ha visitado en numerosas ocasiones Cartagena para colaborar con la Asociación y participar en charlas y conferencias. «El solar donde estaba la antigua fábrica está lo suficientemente cerca de la población para que se pueda infectar», dijo.

Desde esta asociación han solicitado en repetidas ocasiones la realización de un mapa del amianto de Cartagena. «Sabemos que está hecho, pero no nos lo quieren dar», critica Diego Martínez. Cree que puede ser porque existen muchas zonas en la ciudad susceptibles de tener aún la sustancias. Eso por un lado podría evitar que muchas ciudadanos se infecten, pero por otro podría crear alarma social.

Una de las zonas que también puede estar afectada, según Martínez Nieto es en Escombreras, «allí tapaban los tubos de escape de los motores con amianto. También puede haber en muchas viviendas antiguas, la cuales se aislaban con esa sustancia», señaló.

Muchos han sido los enfermos que se han querellado contra las empresas para las que han trabajado de forma directa o indirecta. El único que ha conseguido una indemnización, por ahora, es un obrero jubilado de la antigua factoría de Bazán, ahora Navantia, afectado por un cáncer de pleura y que presentó una demanda contra las 22 empresas que fabricaron el amianto que estuvo manipulando, sin medidas de seguridad, en la construcción de buques durante años.

Casos en los tribunales

Este caso y el de otros seis cartageneros son llevados por el bufete Oria, Peña, Pajares y Asociados. La abogada encargada de ellos, Andrea Peiró, explicó que la salud del jubilado de 60 ha empeorado considerablemente y que a pesar de haber conseguido indemnizaciones ha desistido en el proceso. Añadió que aún quedan muchos afectado y que aunque sea un proceso muy largo seguirán reclamando lo que les corresponde.

Solo en Estados Unidos las empresas fabricantes de amianto han pagado ya más de cuatro millones de euros en compensaciones a los enfermos. Lo han hecho a través de un fondo común.

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