La alcaldesa de Totana reconoce una deuda con Iberdrola de 600.000 euros

La alcaldesa de Totana, Isabel María Sánchez, reconoció ayer que el Ayuntamiento tiene deuda «cercana a los 600.000 euros» con la empresa de suministro eléctrico Iberdrola. Sánchez asegura que el Ayuntamiento estaba en fase de negociaciones con la empresa para poder hacer frente a la deuda con una operación de crédito, pero que esta operación le ha sido denegada al consistorio.

A raíz de no haber conseguido liquidez, el consistorio intento negociar con Iberdrola el pago de la factura, pero -según la propia alcaldesa- la decisión a nivel nacional de esta empresa de no aumentar la deuda con las administraciones públicas les ha pillado de lleno. Sánchez reconoce que el expediente abierto para el aplazamiento de la deuda había superado el 90% de las evaluaciones de riesgo, pero el consejo nacional tomo la decisión de no contraer mas deuda con las administraciones en general, afectando a Totana.

Medida de «presión»

La primera edil confirmó que los empleados de Iberdrola habían cortado el suministro eléctrico al colegio público San José: «No entiendo el porqué de esta medida, me imagino que será para hacer presión». recordando que las dependencia escolares el mismo día del corte de fluido ya contaban con otra fuente de energía.

La alcaldesa asegura que sigue pendiente de una nueva operación de crédito, así como de la llegada de dinero de la CARM, para pagar los casi 600.000 euros de deuda que tiene con la empresa del servicio eléctrico, también reconoce que se le han pagado algunas de las facturas pendientes. El gasto mensual de energía del consistorio está en torno a los 120.000 euros mensuales, a pesar de estar realizando esfuerzos para que el gasto se reduzca.

Sánchez cifró en 55 millones de euros la deuda local con proveedores y a corto plazo, y aprovechó para reclamar la «deuda histórica» -unos 25 millones de euros, según la alcaldesa- que se genera por la diferencia entre los habitantes registrados y sobre los que se cobra del Estado. «Con ese dinero pagaríamos a todos los proveedores y eliminaríamos parte de la deuda a corto plazo», señaló.