Récord de reservas de los últimos 32 años

La cuenca del Segura afronta la recta final del año hidrológico sin agobios, como no se recordaba en décadas. Desde la primavera del año 1979, los pantanos no mostraban tanta abundancia. Almacenan 818 hectómetros, el 72% de su capacidad, un 5% más que en 2010, pese a haber llovido menos. Donde mejor se refleja este año de vacas gordas es en el embalse del Cenajo, que dispone de unas reservas de 374 hectómetros. La situación de bonanza también queda patente en el de Fuensanta, el otro gran depósito de la cuenca. Dispone de 171 hectómetros, el 82% de su capacidad. La espectacular remontada hay que buscarla en las abundantes precipitaciones del año hidrológico 2009-2010, con hasta un 40% más de pluviometría en la Región. Las lluvias recargaron los acuíferos y, una vez empapada la tierra, el agua corrió para llenar los pantanos. De hecho, pese a las altas temperaturas registradas en abril y mayo, la aportación diaria a los pantanos ha superado los 1,6 hectómetros cúbicos. Las reservas en la cuenca duplican con creces la media de los últimos diez años. En ese periodo, los pantanos han rondado el 30% de su capacidad, con unos 333 hectómetros cúbicos.

Con este panorama, ¿cómo se encara lo que resta del año hidrológico? Los agricultores de los riegos tradicionales (los principales usuarios de la cuenca) podrán cubrir las necesidades de sus campos sin restricciones. La última comisión de desembalse ha autorizado el envío de 207 hectómetros para atender las demandas de riego de la campaña estival. Así también se dejará espacio libre en los embalses, por si hubiera que detener en cualquier momento una avenida por lluvias torrenciales.