

Secciones
Servicios
Destacamos
JAVIER PÉREZ PARRA
Domingo, 29 de mayo 2011, 11:52
Cuando un turista extranjero es atendido en un hospital o centro de salud de la Región, el Servicio Murciano de Salud pasa la factura del coste de esa asistencia al sistema sanitario de su país de origen o a su seguro privado. Esa es al menos la teoría. En la práctica, no siempre es así. Lo denuncia el 'Informe de Control Interno (debilidades y recomendaciones)' realizado en el hospital del Rosell en el año 2009, y al que ha tenido acceso 'La Verdad'. La auditoría denuncia que «no es posible facturar la totalidad de servicios prestados a terceros», y achaca esta situación a la «falta de medios».
El documento, firmado por Deloitte y por la Intervención General de la Comunidad Autónoma, denuncia que «no existe un procedimiento homogéneo de gestión y facturación a terceros en los distintos centros adscritos al Servicio Murciano de Salud». Subraya además que «las aplicaciones informáticas a disposición del centro [el hospital del Rosell] así como los medios humanos, no son en todos los casos suficientes» para poder efectuar el cobro. Las consecuencias del problema son obvias: «Afecta directamente al importe de la recaudación anual». Dicho de otra manera, se pierde dinero. En 2008, último año del que hay datos disponibles, el Servicio Murciano de Salud destinó 3,6 millones de euros a atender a 18.007 turistas extranjeros, pero solo cobró por esa asistencia algo más de un millón. ¿Por qué este desfase? Sanidad siempre ha explicado que a lo que los extranjeros gastan en la Región hay que restarle, a la hora de cobrar a sus países de origen, el coste que han ocasionado los murcianos que visitan esas naciones. Además, la gestión se realiza a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social, que también se queda una parte del dinero. Pero la auditoría realizada al Rosell en 2009 revela que hay otras razón: los fallos a la hora de facturar.
El director de Régimen Económico del Servicio Murciano de Salud, Andrés Carrillo, defiende que el sistema funciona «muy bien» en el hospital del Rosell y en los centros de salud, pero admite que hay facturas que se pierden. «Poner un administrativo a facturar en un consultorio supone un coste mayor que dejar de cobrar la atención a un paciente extranjero», explica. Pero tampoco hay personal dedicado específicamente a esta tarea en los servicios de urgencias de Atención Primaria (SUAP). «Es labor del celador, pero si hay mucha presión asistencial, puede que no se dedique a facturar», reconoce Carrillo. También Manuel Ángel Moreno, jefe del área de salud de Cartagena, defiende que el sistema de cobro funciona correctamente aunque se produzcan «excepciones».
Problemas con la jornada
La auditoría también apunta a otros problemas en el Rosell, como «posibles duplicidades de pagos» a trabajadores del hospital y «posibles errores en las nóminas» porque «los procedimientos de control sobre las horas de atención continuada y prolongación de jornada no son suficientes». Así, según el documento, algunos trabajadores han excedido el número máximo de horas que pueden hacer en concepto de 'atención continuada'. Además de constituir un «incumplimiento de la normativa vigente», los auditores temen que el problema «pueda repercutir en la calidad de la atención sanitaria». Manuel Ángel Moreno, director del área de salud de Cartagena, admite que el máximo de horas se ha sobrepasado en algunas ocasiones, pero solo «para garantizar la asistencia, que es nuestra prioridad».
«En verano de 2009 nos encontramos con que no había radiólogos suficientes para las guardias. Eso nos obligó a superar el número de horas. Pero fue una situación muy concreta», explica Moreno. La auditoría también señala «incumplimientos de la normativa» en el «exceso del número máximo de horas realizadas en concepto de 'prolongación de jornada'». Según la legislación, no se pueden superar las 40 horas anuales, pero se han identificado casos» en los que se ha sobrepasado ese límite. De nuevo, el director del área de salud insiste en que «son situaciones muy concretas que ya están solucionadas». La prolongación de jornada se aplica, por ejemplo, cuando el personal de un quirófano «comienza una operación por la mañana pero se complica y termina a las seis de la tarde», explica Moreno. La auditoría también encuentra fallos en la bolsa de trabajo. Denuncia que no siempre se actualiza correctamente.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Especiales
Así se desbocó el urbanismo en La Manga
Fernando López Hernández
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.