El Ayuntamiento deberá indemnizar a un vecino por los ruidos de un bar

Noches sin dormir durante varios años. Ésa es la situación que vivió un vecino de Barrio Peral, Salvador Sánchez, y su familia debido al excesivo volumen de la música y el ruido de un local situado junto a su domicilio desde la Navidad de 2003 hasta octubre de 2007. Por segunda vez, el Ayuntamiento de Cartagena deberá indemnizarlo con 5.400 euros pues un tribunal asegura que no hizo cumplir los horarios de cierre.

Sánchez explicó que el Tribunal Superior de Justicia de Murcia consideró que el Ayuntamiento hizo «dejación de funciones» al no velar por el cumplimiento de la normativa en cuanto a horario de cierre y nivel de ruidos. Y dicha situación ocasionó «daños y perjuicios que se debieron al funcionamiento anormal de un servicio público municipal», según la sentencia.

Los hechos se remontan a los años 2005 y 2006, que fue cuando este vecino decidió acudir a los tribunales después de presentar numerosas quejas en el registro municipal.

300 noches sin dormir

«Tuve que insonorizar mi casa porque no podíamos dormir. Mis hijos, que eran pequeños, pensaban que había monstruos dentro», comentó el demandante. «Estuve más de 300 noches de fin de semana sin dormir. La gente orinaba y practicaba el sexo en la calle, además de recibir amenazas de muerte. Fue horrible», explicó emocionado el vecino.

Salvador Sánchez, que responsabiliza de su situación al entonces concejal de Medio Ambiente, Nicolás Ángel Bernal, denunciaba las molestias que le provocaba la discoteca La Saga, después llamada La Fiesta, situada en la calle de la Gloria, a cuatro metros de la fachada de su casa y que acabó cerrando por orden judicial.

Tras tres sentencias a su favor y una en contra, el vecino recurrió al TSJ. La primera de las sentencias pedía el cierre del pub, abierto desde 2003. La segunda dictaminó una indemnización por daños morales a favor del denunciante, por la que el Ayuntamiento tuvo que pagarle 9.000 euros. En la tercera sentencia, el Juzgado de lo Contencioso de Cartagena ordenó el cierre del local, en ese momento llamado La Fiesta.

Tras la muerte del juez que llevaba el caso, una jueza se hizo cargo de las denuncias y las rechazó. Sánchez recurrió al TSJ, que sentenció el pasado 25 de marzo a su favor y fijó en 5.400 euros más intereses la indemnización municipal que deberá recibir.

Quejas y cierres

La Asociación de Vecinos de Barrio Peral apoyó desde el primer momento al demandante. En enero de 2004 los vecinos pintaron los locales para exigir el cumplimiento del horario de cierre. En abril de 2004 se ordenó el cierre de La Saga, pero éste reabrió con otro nombre poco después.

Los vecinos llevaron sus quejas al Defensor del Pueblo y gracias a sus gestiones lograron que en el año 2007 cerraran otros tres locales que ocasionaban molestias. La situación ahora es bien distinta en el Barrio Peral. De la decena de bares que había hace una década, ahora sólo queda un establecimiento que cierra de madrugada y no origina molestias.