Llama a los bomberos y acaba detenido por cultivar marihuana
JORGE G. BADÍA
Viernes, 3 de diciembre 2010, 04:16
Cuando José avisó al 112 para avisar de que en el interior de su vivienda se había declarado un incendio, no pensó en la plantación de marihuana que tenía acondicionada en una de las habitaciones de su casa, ni tampoco sopesó la posibilidad de que los bomberos llegasen acompañados por agentes de la Policía Local.
Una vez en el inmueble -situado en la calle Ilusión- y pasado el susto del incendio, sofocado con solvencia por los bomberos; José S.S. y su mujer pasaron de la alegría a estar acusados de un delito contra la salud pública. Tras proceder a la ventilación del inmueble, la policía decidió realizar una inspección ocular en la que apreciaron como la campana de extracción de la cocina estaba enchufada a muchos cables.
Ocho plantas, siete kilos
Los agentes no tiraron del hilo, pero sí de los cables, que les condujeron a una habitación anexa, donde hallaron una plantación de marihuana. Los cables estaban conectados a un extractor que iba hasta la campana para evitar el olor a maría por el inmueble. En la habitación no faltaba ni un detalle: calefactores para que la producción no se viese mermada por las bajas temperaturas, iluminación extra para las matas y abonos para potenciar su crecimiento, entre otros útiles de cultivo.
Pese a que la mujer intentó despistar -«¡No tienes que guardarle las plantas a nadie!»-, José, de 26 años y etnia gitana, reconoció ser el dueño de las ocho plantas con un peso de 7 kilos y fue detenido por un delito contra la salud pública. La Policía Local se incautó de las plantas y las trasladó hasta su cuartelillo.
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