

Secciones
Servicios
Destacamos
LOLA GUARDIOLA
Viernes, 22 de octubre 2010, 11:28
Inteligencia artificial, cibernética, robótica e ingeniería se están dando la mano para conseguir en pocos años uno de los grandes anhelos de la humanidad: obtener gas, petróleo y minerales preciosos (no confundir con metales preciosos) del fondo marino en la misma medida que de la superficie terrestre. Nuestro planeta está cubierto en más de 70 % por agua de mares y océanos, pero la explotación masiva de los recursos que se almacenan por debajo del lecho marino no ha hecho sino comenzar.
Las empresas de plataformas marítimas de extracción se enfrentan al reto de optimizar el rendimiento de la maquinaria (motores y las bombas sobre todo) que se fondean al objeto de taladrar el lecho y lanzar a la superficie los recursos obtenidos. Lo último de lo último en este campo se aborda en unas jornadas de automática marítima que se desarrollan en el Centro Tecnológico Naval y del Mar (CTN), ubicado en el Parque tecnológico de Fuente Álamo. Automar, la red nacional que agrupa a tecnólogos e ingenieros oceánicos, ha organizado la cuarta edición de este encuentro junto al CTN para «intercambiar experiencias».
Sin duda, una de las más interesantes es la del Grupo de ciencia y técnica cibernética de la Universidad de La Coruña, que presidente el profesor y coordinador de Automar, Ramón Ferreiro. Estos expertos han comenzado ya a patentar tres prototipos de motores y bombas que funcionan por «levitación electromagnética», es decir, «sin aceites, sin fricción, sin rozamiento, sin vibraciones, flotando en magnetismo, de forma perfecta», explicó de gráficamente Ferreiro.
Esta tecnología puede emplearse en la explotación de petróleo y gas, pero lo más importante es que abre vías a la «perforación extensiva del lecho marino para extraer elementos tan escasos como el litio y el gadolinio». Excavación para sacar lodos «a más de 12 kilómetros de profundidad» desde un suelo marino situado a «2.000 ó 3.000 metros de la superficie». Esto sería posible gracias a esa «levitación magnética», cuya «perfección» permitiría fondear las máquinas sin apenas mantenimiento «durante 30 ó 40 años».
Suena a ciencia ficción pero la aplicación práctica podría llegar en pocos años. «Las empresas ensayan lo que proponemos y nosotros queremos vender las patentes en 2013», señaló el profesor Ferreiro.
El programa Automar 2010 incluye el empleo de sondas y sónares en la detección de, por ejemplo, pecios, bancos de pesca y recursos energéticos, algo en lo que Japón está muy adelantado respecto a Europa. Y, a partir, de este viernes, las posibilidades de generación de energía aprovechando las corrientes marinas.
Una balsa «troncocónica»
El Parque Tecnológico de Fuente Álamo tiene garantizada la recepción de 300.000 euros para completar el funcionamiento de la que será la única balsa de España y la segunda en el mundo de su clase, tras la existente en California, preparada como banco de pruebas para dispositivos de sónar submarino, según explicó el director del Instituto de Fomento, Juan José Beltrán y la directora del CTN, Noelia Ortega, durante la presentación de Automar 2010. Actualmente se encuentra al 50 % de su operatividad.
Allí se están probando dos dispositivos, uno de ellos de inspección, que se dedica a esa labor en la reserva submarina de Cabo de Palos, propiedad del Ministerio de Medio Ambiente; y el otro, desarrollado por una firma privada, posee capacidad para hacer prospecciones subacuáticas.
Para darle uso a esta instalación «troncocónica» -tronco truncado, el CTN cuenta con Navantia, la Armada y el futuro Observatorio Oceanográfico, cuya sede está proyectada en una batería de costa de Cartagena, pero se encuentra todavía en fase de diseño.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La juzgan por lucrarse de otra marca y vender cocinas de peor calidad
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.