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Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez: «En España la moda es Belén Esteban»
Cultura

Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez: «En España la moda es Belén Esteban»

Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez. Componentes de M Clan La banda murciana publica hoy 'Para ver el final', su octavo álbum de estudio

JAM ALBARRACÍN

Martes, 21 de septiembre 2010, 11:51

M Clan tiene nuevo disco. La banda murciana formada ya exclusivamente por Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez publica justo hoy 'Para no ver el final', su octavo álbum de estudio -contando 'Sin enchufe', un directo en estudio al fin-. Un trabajo que sigue la estela de su obra cumbre, 'Memorias de un espantapájaros', si bien moderando el componente poético y añadiendo pinceladas de esperanza y buenas dosis de soul. Agarro a Ricardo y a Carlos justo antes de que el segundo parta hacia Granada para cantar en el disco de despedida de Miguel Ríos.

-¿Es 'Para no ver el final' un disco más luminoso que 'Memorias'?

-Es posible. No hemos tirado tanto de los poemas de Tarque como en el anterior. Es un disco muy sincero pero no creo que sea luminoso, sino más de contrastes. Todas las canciones son muy honestas, cada una tiene una importante historia detrás. (Ruipérez).

-Hay tres temas de corte más positivo, pero en general creo que es un disco oscuro, nocturno, urbano -a diferencia de otros discos más bucólicos de M Clan-, con mucho blues y mucho soul, que son músicas de ciudad. Es un poco el espíritu de esa hora en la que cierran los bares, la soledad al final de la noche. Algo un tanto cinematográfico, como el Tom Waits de 'Closing time'. Me apetecía plasmar todo eso en este disco, ya desde la portada. (Tarque).

-Lo que sí estamos es ante un disco de rock, naturalmente, pero con mucho poso soul. No es algo nuevo en M Clan, en todo caso.

-En nuestro primer disco ya había arreglos de vientos. Lo del soul va a ser el referente que va a citar la prensa, pero ni hacemos ningún revival ni es algo nuevo, aunque sí que está más marcado. ¿Que el soul está de moda? Eso será en otros países, en España la moda es Belén Esteban. (Ricardo).

-Yo lo veo así: imagina el frontal de un amplificador antiguo, con diversos potenciómetros. El volumen general es el rock. Y luego hay otros: soul, blues, country, pop, hard rock... Siempre hemos ido jugando con esos volúmenes, son los que siempre ha habido y va a haber en M Clan. Lo que ocurre que en este disco el del soul está casi a tope. Pero el máster sigue siendo el rock. (Tarque).

-Después de una trayectoria extensa, con diversas etapas, ¿actualmente M Clan huye del 'mainstream'?

-[Carlos duda] Ehm...Pues, hombre no es que huyamos del 'mainstream'. El 'mainstream' es una cosa que te sucede, no es algo inherente a un grupo. Nunca lo hemos buscado excesivamente y de hecho cuando lo buscas no lo encuentras. Ahora no es que lo rehuyamos, pero sí es cierto que nos apetece hacer otras cosas menos triviales, con mayor profundidad.

-En mi opinión, 'Memorias de un espantapájaros' fue un punto de inflexión definitivo en la carrera de M Clan. Un antes y un después que ahora tiene su continuación con 'Para no ver el final'.

-'Memorias' fue un punto de inflexión clarísimo, donde dejamos de trabajar de cara a la radio, a la industria, al marketing y a los demás. Recuerdo perfectamente la conversación con Tarque: decidimos que no íbamos a volver a hacer canciones como 'Oigo música', por ejemplo. Eso ya se ha terminado. Queremos trabajar en otra dirección. ¿Cuál? La de los sentimientos. (Ruipérez).

-Ahora M Clan sois sólo dos: Carlos y Ricardo. Ya lo érais, en realidad.

-Sí, totalmente. Ha habido una reestructuración en el grupo, un poco poner las cosas en su sitio. La aportación de Oti y Pascual fue importante en su momento, pero en los equipos de trabajo de vez en cuando conviene revisar y ver cómo están las cosas y llamarlas por su nombre. Engañarse no tiene sentido. Necesitábamos renovación, limpiar los filtros y tomar un nuevo impulso. Cuando te dejas llevar por la inercia todo empieza a oler mal. (Tarque).

-Hay otras muchas notables, pero 'Desesperación por verte' es el temazo. Literario, nocturno, asfixiante, intenso. ¿Habla de alguien o más bien de algo?

-Es un estado de ánimo. Viene de un poema que tenía escrito, puede hablar de una droga, de una necesidad. En realidad va sobre el desasosiego y la ansiedad, pero no habla necesariamente de una persona. Es una canción abierta a la interpretación. Nos costó dar con la música, con esa atmósfera pantanosa tipo Daniel Lanois en 'Time out of mind' (Dylan, 97). (Tarque).

Cambiar para reencontrarse

-El disco está dedicado a Javier Balibrea y a Cristóbal 'Cacahuete', a quien también dedican 'Hasta que se acostumbre a la oscuridad'. Ambos desaparecidos este mismo año.

-Bali estaba ahí en nuestros inicios, cuando el Torreta... Y de pronto cuando alguien de ese entorno se va te das cuenta de lo cercano que estaba. Cristóbal era nuestro era nuestro road manager y murió de forma trágica durante la grabación del disco. Paramos la grabación, fuimos a Albacete... La canción hablaba de la muerte y cuando la estaba cantando Tarque me miró y me hizo un gesto y supe que se la estaba cantando a él. No sabíamos si iba a entrar en el disco y ya no cupo ninguna duda. Puede sonar a vender la moto, pero todas las canciones son muy intensas y muy sinceras. (Ruipérez).

-El álbum se abre con toda una declaración de principios y de orgullo rock, 'Calle sin luz', con texto tal: «Donde estoy ahora es donde quiero estar». ¿Dónde quieres estar?

-Pues por ejemplo aquí, sacando este disco, hablando contigo de él, tocando en estos escenarios. Pasan los años y estoy muy orgulloso de poder seguir tocando rock, pero tampoco con un orgullo excesivo. (Tarque).

-Hombre, un punto de orgullo rockero sí que tiene.

-Sí, sí lo tiene, totalmente. Es una canción que podría estar perfectamente en 'Coliseum', nuestro disco más rockero. Es una metáfora de la Murcia de mi infancia en los años 80 como un barrio oscuro donde no pasaba nada, culturalmente hablando. Ese abandono, esa necesidad de crear desde la nada, marcó a más de una generación. (Tarque).

-El disco empieza con una declaración de principios y termina con un agradecimiento, con la frescura un poco country de 'Gracias por los días que vendrán'. Hemos llegado a este punto y no vamos a cambiar, este es nuestro camino. Pero no podemos dejar de agradecer al público, a la vida, porque somos conscientes de ser muy privilegiados. (Ruipérez).

-Tengo entendido que próximamente Carlos Tarque publicará su primer libro.

-Sí, bueno, es un libro de poesía y fotografía, junto con el fotógrafo Tomás Canet. El título es 'Sotanos, tierra y montañas rusas', un libro cortito en el que ambos sacamos otra vertiente no tan presente en nuestro trabajo. Debe publicarse en octubre o noviembre, a través de la editorial Antonio Machado. (Tarque).

-Cambios, renovación y buenas perspectivas. ¿Dónde encuentra M Clan justo ahora?

-'Memorias' fue el punto de inflexión, de ruptura, y este disco es continuación de aquel pero es también el comienzo de una nueva etapa de M Clan, de la tercera etapa de M Clan [se supone que las otras dos son la rockera y la mainstream, por simplificar]: Tarque y yo solos, un contrato largo, una agencia nueva [Last Tour], otra política diferente para los conciertos donde todos serán de pago y el grupo va a hacer empresa casi siempre y donde vamos a ver hasta donde llegamos. Es un cambio para retomar la esencia del grupo y asumir la realidad, seguir como antes nos hubiera llevado a la dispersión. (Ruipérez).

'Para no ver el final' ve la luz hoy publicado por Warner.

Tras tres singles previos, M Clan debuta en formato largo con un álbum enérgico y optimista ya desde el enunciado. Rock sureño y ganas de morder. Grabado en Memphis, el grupo ve el horizonte despejado. «Ejercíamos de rockeros las 24 horas del día, con pantalones de campana hasta para bajar a comprar el pan. Todo era nuevo y excitante». (Carlos Tarque).

Año y medio después, el mundo sigue en su lugar y su estómago continúa vacío. Además, el grupo ha tenido tiempo de contemplar la cara menos grata del rock: un grave accidente de circulación les frena en seco antes de la grabación, esta vez realizada en Toronto. Buenos momentos 'zeppelinianos' para su disco más rugoso. «Es más aspero, más amargo, más feo si quieres, pero no creo que sea un mal disco». (Tarque).

Primer punto de inflexión. Están a punto de entregar un disco como el anterior y Ricardo, el principal defensor del cambio (canciones antes que estilo), al borde del ataque de nervios. Pero se cruzan con Alejo Stivel (productor) y les suelta: «Sois el mejor grupo de rock de este país, pero ondeáis una bandera equivocada». Dudan si golpearle pero al fin le hacen caso. El resto es conocido: 200.000 discos vendidos.

Un disco acústico y en directo que, en sus ocho cortes inéditos, muestra que M Clan es un grupo maduro, compositivamente solvente y de éxito masivo. El cambio producido con su anterior trabajo se muestra estructural: la chupa de cuero que ayer colgaron en el armario hoy ya ni les viene. Suenan más luminosos, más folk-rock, más pop. Y se confirma lo intuido: Tarque es el mejor cantante rock del país.

La extensa gira previa acaba con el guitarrista Santiago Campillo fuera de la banda por diferencias personales, lo que les llevará a un desagradable proceso judicial. Carlos Raya es su sustituto, pero entre interminables conciertos, malos rollos y autocomplacencia mainstream, acaban entregando un álbum interesante pero menor. Un disco de transición. ¿Hacia dónde?.

Vuelven con Alejo Stivel -el anterior lo produjo Nigel Walker- y vuelven a la buena senda, aunque el disco acabe adoleciendo de una cierta inconexión. Las canciones son buenas, pero la evolución es rara: del pop beatleliano de 'Mario' a la new wave de 'Comunicando', el rock emeclanero clásico de 'Filosofía barata' y el gran medio tiempo de 'Miedo' son mejores que la sensación global. Buen disco, pero no grande..

El socorrido recopilatorio para hacer caja, sazonado con dos canciones nuevas, entre ellas el hit facilón 'Oigo música'. Contiene un DVD con un directo filmado en Murcia y es la típica buena opción para los advenedizos. Para los advenedizos a quienes no les guste pulsar 'download', si los hubiera.

Cuando los motivos para dudar se acrecientan, M Clan se descuelga con su mejor disco. Un álbum sorprendente, oscuro, personal, nocturno, poético y plagado de grandes canciones, con el que se olvidan del mainstream. Tarque escribe como nunca y muestra una mayor amplitud de registros vocales. Un disco valiente y apreciado: buenas ventas y 'mejor álbum rock' en los Premios de la Música. Su segundo gran punto de inflexión.

Su flamante nuevo álbum sigue la estela de 'Memorias', pero moderando la intensidad poética -aún presente-, añadiendo pasajes de luz, y con el potenciómetro del soul a tope. Tarque y Ruipérez se quedan como únicos miembros de unos M Clan que vuelven a vestir la camisa de la ilusión.'Basta de blues', 'Carrusel', 'Para no ver el final' y la joya 'Desesperación por verte' justifican el notable.

Primer single de 'Para no ver el final': 'Me voy a dejar llevar'

Making-of del videoclip de 'Me voy a dejar llevar'

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