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Un nadador, frente al velero 'Else' y un acantilado, ayer en la costa de Cartagena. :: PEDRO GARCÍA / ANSE
Un maratón de brazadas por amor a la costa
Ecologistas

Un maratón de brazadas por amor a la costa

Cuatro nadadores recorren el litoral de Cartagena para pedir su conservaciónCubrieron en relevos de media hora los 56 kilómetros que separan Monte Blanco, en La Manga, de Isla Plana como apoyo a ANSE

JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ

Jueves, 26 de agosto 2010, 20:52

«Nadar de noche frente a cabos y calas, con la luna llena y el mar en calma es algo que emociona. ¡Si es que hasta puedes ver el fondo marino! Si la gente conociera mejor lo precioso que es nuestro litoral y la riqueza que alberga tomaría conciencia de la necesidad de preservarlo para el futuro». Javier Sánchez narraba ayer al mediodía con gran entusiasmo la experiencia en la que andaba embarcado. Lo de embarcado era literal. Asa hora aprovechaba en la cubierta del velero Else su tiempo de descanso entre relevo y relevo en la travesía que le llevaba, junto a tres compañeros del Club Natación Carthago, a recorrer a nado durante veinticuatro horas 56 kilómetros de costa para apoyar a la Asociación de Naturalistas del Sureste ( Anse) en su defensa de los valores naturales del litoral de la Región de Murcia.

Todo empezó cuando Javier, Paz Palencia, Agustín Sánchez y Emilio Hernández pensaron en lo bonito que sería servir de altavoz a esa causa ecologista a través de un reto deportivo en las aguas de su propia tierra. Experiencia no les faltaba, porque todos habían cruzado ya alguna vez el Estrecho de Gibraltar a base de brazadas y, en el caso de Javier, es el impulsor de la Travesía del Mar Menor a nado.

«De todas formas, esto es algo especial», aseguró el organizador de la popular prueba deportiva en esa laguna. «Es una experiencia especial porque se trata de Cartagena, y a la vez es muy dura porque es la primera vez que se hace, son muchas horas y en algunos tramos nos hemos encontrado con corrientes en contra. Pero merece la pena».

Las dificultades llegaron doblando Cabo Negrete. Habían salido a las once de la noche de Monte Blanco, la playa de La Manga donde está el límite entre Cartagena y San Javier, en dirección hacia la playa de El Mojón, en Isla Plana, en el límite con Mazarrón. Y en esas que empezó a rolar el viento jaloque.

Al ser verano, no llevaban neopreno sino sólo bañador, gafas y gorro. El avance se hacía lento, pero el entusiasmo y los turnos de media hora de nado y una hora y media para reponer fuerzas (a base de bebidas isotónicas, plátanos y frutos secos) les aliviaron el esfuerzo.

Con piragua, zodiac y velero

Hasta que a las siete 'Lorenzo' puso luz a la mañana, a los nadadores les siguieron con una piragua. Ya con el sol quemando a fuego, bastó con una zodiac y el barco de época de los ecologista, donde el portavoz de Anse, Pedro García, y otra docena de ecologistas comentaban entre bromas la anécdota de la madrugada.

Frente a la reserva de Cabo de Palos-Islas Hormigas, paraíso del buceo, los guardacostas les confundieron con furtivos. García lo relataba divertido: «Al ver unas luces en una embarcación pequeña se pensaban que éramos pescadores ilegales. Creían que llevábamos un curricán [aparejo de pesca de un solo anzuelo]. Nos vieron a distancia por los focos de la piragua para alumbrar a los nadadores».

A bordo del Else, una goleta de quince metros de eslora, los naturalistas aprovecharon para tomar fotos de un paisaje espectacular. Es ese mismo barco que emplean para hacer, por ejemplo, avistamiento de delfines (sí, hay delfines en la costa de Murcia), y tras cuya estela los nadadores llegaron al Mojón ya sin 'Lorenzo' y otra vez con 'Catalina'.

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