Ojo a López Simón

Novillada de las que hace afición la celebrada ayer en Blanca. Anunciada como segunda de la feria, fue la primera en el tiempo, al aplazarse por la lluvia la del viernes. El personal estaba con ganas de toros, con buen aspecto los tendidos y el que pagó su entrada se vio recompensado con un buen espectáculo, con novillos encastados, que tuvieron mucho que torear, destacando la clase del segundo de la tarde, y dos novilleros capaces de lidiarlos.

De sobresaliente resultó la actuación del madrileño Alberto López Simón. Fue el gran triunfador de la tarde y posiblemente de la feria. Le tocó en suerte un gran novillo de Ricardo Gallardo y lo cuajó completamente, firmando una magnífica faena. Lo recibió de capa a la verónica, enjuto, meciendo la tela con despaciosidad y rematando con revolera. Tras el puyazo y el quite brindó su faena al respetable y el comienzo de la misma fue fantástico, con el novillero clavado de rodillas en el centro del platillo y el cornúpeta arrancándose de largo y embistiendo, ligando los muletazos en redondo López Simón, arrastrando media muleta por la arena, pleno de temple y ritmo. ¡Que bien toreó de rodillas López Simón!. Ya de pie lo que hizo tuvo torería, ligando tandas por ambos pitones, erguida la figura y jugando los brazos para imprimir calidad a su toreo. En novillero acabó la faena toreando de rodillas. El pinchazo le privó de pasear los máximos trofeos. Sí los consiguió del novillo que cerró el festejo, más complicado que su primero. Puso entrega y cabeza Alberto para corregir la querencia del Fuente Ymbro, que incluso volteó al novillero. Volvió al ruedo, y terminó de conquistar Blanca con una faena de menos a más en la que brilló una serie de naturales largos y de mano baja. Puso garra después de la cogida y mató de una gran estocada después de un pinchazo. Ojo a López Simón, tiene el toreo en la cabeza y quiere y puede ser figura.

No tan brillante pero también muy interesante fue la actuación del gaditano David Galván. Le cortó una oreja al que abrió plaza, un novillo mansito y con mucho que torear de Fuente Ymbro. Astado que en la pelea en varas descabalgó al piquero. Maneja bien el capote Galván y no tiene problemas en pasarse los pitones cerca. Nunca se amedrentó y salvó la papeleta con buen oficio en sus dos faenas, abusando un poco del toreo por alto. La ejecución de sus dos volapiés demuestra que domina la suerte. La salida a hombros de los novilleros, con el público entregado, fue de las de verdad.