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M. BUITRAGO
Sábado, 3 de julio 2010, 12:39
Un año después de su toma de posesión, el obispo José Manuel Lorca Planes ha renovado la casi totalidad del Consejo de Gobierno de la Diócesis de Cartagena. Entre los relevos destacan los del vicario general y el de la zona pastoral urbana de Murcia, así como el de Lorca. El Obispado comunicó ayer los cambios a través de una carta dirigida por el obispo a los feligreses, a quienes pide que recen por «los hermanos a los que he llamado para colaborar conmigo en el ejercicio de mis responsabilidades de pastor de esta Iglesia de Cartagena». Los nuevos vicarios realizarán el juramento de fidelidad en una ceremonia que tendrá lugar el miércoles en la capilla del Obispado.
La renovación afecta a la casi totalidad de los vicarios de zona. Muchos proceden de la etapa de Manuel Ureña y de Reig Pla, según explicaron ayer fuentes del Obispado, quienes puntualizaron que todos los sacerdotes relevados han asumido el cambio de buen grado. Reig Pla fue relevado por el Vaticano a raíz de su disputa con José Luis Mendoza por la titularidad de la UCAM.
El nuevo vicario general, Juan Tudela García, tenía hasta ahora a su cargo la zona de Cieza-Yecla. Sustituye a Miguel Ángel Cárceles Cárceles, que fue administrador apostólico de la Diócesis en el interregno entre los obispos Reig Pla y Lorca Planes. Este último le ha dedicado un reconocimiento especial en su carta pastoral por sus años de entrega a la vicaría general. Asimismo, agradece a todos los relevados los servicios prestados, su labor y su fidelidad. Otro de los cambios destacados es el de Silvestre del Amor, que tenía a su cargo la zona urbana de Murcia. Su cargo lo ocupará José Sánchez Fernández, párroco de la iglesia de San Agustín de Fuente Álamo.
Lorca Planes ha creado dos nuevas vicarias -Evangelización y Economía-, a imagen y semejanza de las que tenía en su anterior diócesis de Teruel. Los únicos vicarios que se mantienen en sus puestos son los de Cartagena (José Abellán Ibáñez), Cartagena-Mar Menor (José León León) y el responsable para la Vida Consagrada (Domingo López Marín). En su carta, el obispo señala que en estos tiempos de crisis hay que aportar «la alegría de la fe».
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