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ANTONIO LÓPEZ
Sábado, 26 de junio 2010, 12:16
Cansada ya de que su hija llegue a casa con moratones, heridas y totalmente deprimida por los presuntos insultos, ofensas y golpes diarios que recibía de sus compañeros de colegio, Carmen (nombre ficticio) se ha decidido y ha interpuesto una denuncia en la Comisaría de Policía de Cartagena por el reiterado maltrato físico y psicológico al que dice que ha sido sometida la menor por parte de varios alumnos de su clase desde hace cuatro años.
El calvario de María (nombre ficticio utilizado para preservar la identidad de la menor) comenzó en el 2006 cuando entró a cursar sexto de Primaria en el que hoy aún es su colegio (omitido por la misma razón). Entonces empezaron los primeros insultos e incluso golpes que hicieron que la niña empezara a sacar malas notas. Sus padres al ver el cambio «tan radical», que había dado su hija tomaron cartas en el asunto. «Primero hablé con su tutor, pero no me hizo ni caso, y después con el jefe de estudios, que le quitó importancia y sólo aprobó el cambio de clase de mi hija», relató Carmen.
Al año siguiente la vida de María empeoró ya que el acoso fue a más. «Un día llegó a casa con un pie vendado. Sus compañeros la tiraron por las escaleras del colegio y la caída le provocó un esguince en el tobillo», dijo Carmen. Añadió que al poco tiempo sufrió de nuevo otra agresión. «Fue empujada contra unas macetas y se hizo una lesión en un ojo», aseguró la madre.
Informe psicopedagógico
La situación ya era «insostenible». Los padres amenazaron al centro con denunciar los hechos si no lo solucionaban. Fue entonces cuando el colegio pidió a la Consejería de Educación un informe psicopedagógico de la niña, al que este diario ha tenido acceso. En él se relata que la menor estaba sufriendo acoso y agresiones y que el 70 por ciento de los alumnos de su clase la rechazan.
Ante esta situación, los padres de María se decidieron a hablar muy seriamente con el director del centro. «Le explicamos lo que estaba pasando y le pedimos que le buscara una plaza en otro centro, pero nos dijo que con el expediente que tenía mi hija sería muy difícil. Se negó», argumentó la madre.
Pero cuando peor dice que lo ha pasado María ha sido este último curso. Insistió en que a sus quince años la han amenazado de muerte, se ha tenido que perder el viaje de fin de curso y se niega a volver al centro en septiembre. Al ver la situación de su hija, Carmen lo ha denunciado porque quiere acabar con esto. En la denuncia aparecen los nombres de los compañeros de los que ha sufrido agresiones como «puñetazos, arazaños, tirones de cabello e insultos».
Este diario intentó recabar la opinión de la dirección del Instituto pero no obtuvo respuesta. La Consejería de Educación admitió que está al tanto de la situación y que un inspector ya estudia el caso.
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