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A. NEGRE
Miércoles, 23 de junio 2010, 04:51
La Policía Judicial de la Guardia Civil está buscando a cuatro personas que este fin de semana asaltaron una empresa de Bullas huyendo con más de 40.000 litros de aceite de oliva. Las cámaras de seguridad de la cooperativa agraria Frusemur desvelan que los ladrones, a los que todavía no se ha identificado, dedicaron seis horas a cargar el botín en dos camiones con depósitos. «Hay que tener mucha sangre fría», reconoce Pedro Guerrero, secretario del Consejo Rector de la cooperativa.
El robo se produjo en la madrugada del pasado sábado en esta empresa ubicada en Bullas. Dos personas se colaron en sus instalaciones sobre la medianoche. «No sabemos si entraron por la puerta o saltaron la valla», explica Pedro Fernández, director técnico de la cooperativa. «Causaron numerosos desperfectos en las ventanas y destrozaron, a su paso, el motor de la puerta eléctrica».
Estas dos personas actuaron como 'lanzaderas' controlando que todo estaba preparado para el gran golpe. Tal y como han recogido las cámaras de seguridad del local, los dos ladrones, desde el interior, telefonearon por el móvil y de inmediato aparecieron en escena otras dos personas a bordo de sendos camiones. «Eran camiones normales, de esos de lona, y dentro llevaban depósitos», recuerda Fernández. «Supongo que así era más difícil que llamaran la atención».
Durante cerca de seis horas los cuatro ladrones se afanaron en cargar a los camiones los máximos litros de aceite de oliva posibles. Vaciaron dos cisternas y, sobre las seis de mañana, huyeron de la cooperativa agraria con más de 40.000 litros de 'oro líquido' como botín.
Poco después, unos agentes de la Policía Local que estaban de patrulla por la zona descubrieron entreabierta la puerta de la empresa y telefonearon a sus dirigentes. La Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam), a la que Frusemur está asociada, calcula que el botín asciende a 100.000 euros.
Un botín dífícil de 'colocar'
«Debe de ser complicado vender el aceite de oliva robado en el mercado negro porque tenemos un organismo que controla las ventas de cada uno», reflexiona Fernández, «a no ser que haya un desaprensivo que compre el producto sin saber de dónde viene, ni los controles que ha seguido». Guerrero explica, sin embargo, que estos robos suelen ser comunes en las zonas agrícolas de Granada y Jaén.
La cooperativa Frusemur agrupa a 1.200 socios que producen aceitunas y almendras en la carretera de La Copa de Bullas. Es una de las cooperativas más jóvenes de la Región.
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