Valcárcel = Despilfarro

En el debate actual sobre las necesarias medidas de contención del déficit público, el PP regional se intenta poner de perfil y ejercer de oposición, sin querer darse cuenta de que esto va (tiene que ir) con todas las administraciones públicas, y de que en la Región ellos gobiernan en la mayoría de las instituciones. Además, gobiernan en las que más y peor gastan, en las que ese gasto ha crecido más, y en las que esa calidad del gasto se ha deteriorado más. Por ahora se han limitado a hacer lo contrario de lo que dicta el sentido común, a aumentar sus gastos corrientes y hacer recaer todo el peso del ajuste en el recorte de la inversión productiva. Lo único que han conseguido de esta forma es que el despilfarro continúe, a buen seguro porque con él riegan su clientelismo, o simplemente porque son incapaces de hacerlo mejor.

El despilfarro y la ineficiencia en la gestión de los recursos públicos de nuestra Comunidad es evidente y las consecuencias están a la vista de todos: el Gobierno del PP dedica menos dinero que la media a educación, a sanidad o a servicios sociales, mientras que mantiene una televisión autonómica que cuesta unos 2.000 euros al año por espectador y una red de fundaciones y organismos paralelos que no han hecho más que crecer.

Si uno observa la lista de fundaciones, empresas y entes de distinto pelaje, creo que es fácil llegar a la conclusión de que la mitad de ellos no son necesarios: la escasa actividad que realizan podría continuarse, en su caso, desde la Consejería correspondiente y se produciría un ahorro notable de alquileres y otros gastos corrientes. Sin entrar a valorar qué entes tienen más sentido que otros, lo cierto es que desde 2004 su número en la Región ha aumentado más del doble que en España.

En lo referente al conjunto de empleados públicos, en aproximadamente dos años (entre abril de 2007 y enero de 2009 con los datos disponibles del Registro Central de Personal) en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia su número ha crecido el doble que el de otras Comunidades (11,6% frente a 5,7%) y más del triple que el del Estado (3,65%). Si descontamos los trabajadores de la enseñanza, la sanidad, la seguridad y la justicia, para aproximar mejor el tamaño del aparato administrativo, observamos que el crecimiento del aparato autonómico sigue siendo el doble en Murcia que en España (6,3 frente a 3,1).

En cuanto a los gastos corrientes, han aumentado en la Comunidad entre 2007 y 2010 un 27%; podemos desagregar y comparar con la Administración del Estado: el gasto de personal ha crecido aproximadamente el doble en nuestra Comunidad (28,5 frente a 15,5), pero destaca sobre todo el crecimiento de los gastos corrientes en bienes y servicios, que en la Región se han disparado un 39,1, más del doble que en el conjunto de las comunidades autónomas (17,54%) y casi 5 veces más que el 8,4 de crecimiento en el Estado (similar a la inflación, lo que significa que en términos reales no ha crecido). Este exagerado e ineficiente crecimiento del gasto supone un lastre para la competitividad de la economía regional y es una de las causas del pozo de desempleo en que está instalada la Región que preside el señor. Valcárcel.

El presidente Zapatero se lo ha puesto fácil a los gobiernos autonómicos: los del PP pueden incluso seguir criticándolo, pero deberían seguir los pasos del Gobierno de España para realizar ajustes serios en sus gastos. Lo que no pueden hacer es limitarse a comentar la jugada como meros espectadores, porque España no se puede permitir que más de la mitad del sector público actúe como si la crisis no fuera con ellos (me refiero al gasto de las comunidades autónomas), como ocurre en la Región de Murcia. En una crisis que, no debemos olvidar, ha sido calificada como la más importante desde la Segunda Guerra Mundial.