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M. BUITRAGO
Miércoles, 12 de mayo 2010, 03:19
El presidente Ramón Luis Valcárcel explicó ayer al detalle el frenesí de los últimos días en pos de un acuerdo de fusión entre CAM y Cajamurcia que finalmente no ha fraguado, y que propiciaron él y Francisco Camps dando su plácet inicial. A su juicio, es más exacto hablar de conversaciones que de negociaciones. «Llevamos más de un año con este asunto. Se intentó el verano pasado y no pudo ser, y ahora se había vuelto a presentar la oportunidad». Según Valcárcel, fueron los directivos de CAM quienes se dirigieron a él para que hablara con Francisco Camps con el fin de impulsar la integración, ya que la entidad con sede en Alicante tenía detrás a Caja Madrid, muy interesada en una fusión. El presidente relata que para Caja Mediterráneo era más importante mantenerse en su espacio natural antes que barajar otra opción, en referencia a los deseos de la entidad madrileña y del propio Banco de España.
Sobre esta base, Valcárcel apostó junto con Camps por facilitar la unión entre CAM y Cajamurcia. Al principio se barajó un SIP, pero prevaleció la fórmula de la fusión.
Subraya que el acuerdo no estaba cerrado, aunque había una clara voluntad de alcanzarlo. Cree que la ruptura se ha producido por asuntos relacionados con la gobernanza y la duración de los mandatos presidenciales.
«He jugado el papel político que me tocaba hacer, y no más, que era dirigirme a Francisco Camps y decirle que debíamos hablar del asunto. Luego debían entrar los directivos y expertos de cada entidad a analizar cada punto y a conversar. Debo señalar que Francisco Camps ha mostrado una gran generosidad porque aceptó que la sede social de la nueva entidad estuviera en Murcia. Puede decirse que CAM se habría convertido en una caja murciana a estos efectos organizativos. En Alicante se habría establecido una sede operativa».
«No hay culpables»
Para Valcárcel, se había presentado una «coyuntura histórica» favotrable a la fusión de ambas entidades. «CAM entendió desde el principio que su espacio natural está aquí antes que en otras opciones. Querían estar aferrados al terreno», dijo el presidente sin mencionar a otras cajas. «Sus directivos se dirigieron a mí y me dijeron: 'Presidente, se nos acaba el tiempo y además están apretando desde otros lados'. Era el momento de actuar».
Valcárcel señala que el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros tiene una fecha marcada por el Banco de España y otras entidades que tratan de acelerar las negociaciones para que el nuevo mapa esté cerrado a mediados de junio.
«Tampoco pasa nada si Cajamurcia y CAM no se fusionan. Lo ideal hubiera sido que la unión saliera adelante, pero no ha podido ser», manifestó Valcárcel. «Lo que ha pasado no es ninguna debacle». Ante las noticias que llegaban del Consejo de Administración de CAM, el presidente contestó que «aquí no ha roto nadie, y no hay que buscar culpables de nada».
Considera por ahora muy difícil, casi imposible, que se vuelvan a retomar las conversaciones entre ambas entidades.
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