«Nunca se han quejado de mi tamaño»

-¿Qué deporte practica?

-Juego mucho al golf, al fútbol y esquío. Me enseñó mi socio Canito hace un año y ya parezco un esquiador profesional (risas).

-¿Si no hubiera sido torero..?

-Hubiera sido futbolista.

-¿Y nunca sería..?

-¡Médico! Soy incapaz, tengo miedo a las inyecciones y a la sangre. Me dan mareos y lipotimias. Cuando lo digo la gente se lo toma a cachondeo. Tampoco me gustan los perros, todos me ladran.

-¿Cómo es la vida cuando no es necesario trabajar para vivir?

-El año pasado no me resultó tan raro, pero este año se me está haciendo un poco más pesado. He vuelto a torear en el campo para demostrarme que valgo para algo, aunque tengo muy, muy claro que a los ruedos no voy a volver. Tiene que haber un torero que se vaya y jamás vuelva. Ese voy a ser yo.

-¿Tiene hipoteca?

-No.

-¿Qué queda del Pepín Liria que ponía copas en los bares?

-Me acuerdo mucho de aquello, ha sido muy valioso para lograr todo lo que tengo ahora.

- ¿Hay muchas envidias?

- He aprendido que las personas que son grandes no tienen ningún dolor en reconocer los méritos de los demás, admirarlos y valorarlos. La envidia la tienen los que no son capaces de hacer las cosas.

-¿Cuál es su plaza preferida?

-Con Murcia he vivido una gran historia de amor, aunque Sevilla me ha dado mucha vida. Murcia es mi esposa, nunca me ha abandonado. Sevilla es mi novia.

-¿Le ha quedado algo por hacer?

- No... La verdad es que me falta la foto de la puerta grande de Madrid, pero moralmente la tengo.

-¿Fuera de la plaza qué le queda por hacer?

- Ver felices a mis hijas. Me gustaría... bueno... Creo en la familia, pero no he sido capaz de mantenerla.

-¿Es presumido?

-Un poco, un poco. ¡Hombre, con esta cara..!

-¿Le gusta comprar ropa?

- Me gustan mucho las chaquetas y vestirme de torero era algo que me fascinaba.

- ¿Una marca?

- Dolce&Gabbana, pero la parte clásica. Son los trajes que mejor me sientan.

- Elija una ciudad para seducir a una mujer.

-Como París no hay otra.

- ¿Qué hotel prefiere?

-Por lo que ha significado, el Saray, en Granada. Cuando toreaba siempre me daban la misma suite y al hacer mi casa quise copiar el cuarto de baño. Tiene un jacuzzi que se descuelga sobre la Alhambra. El mío sobre el campo de golf.

-¿Qué es más difícil, torear un toro o a una mujer?

- Una mujer. Las cornadas cicatrizan mucho más rápido que las heridas de las mujeres.

-¿Ha dado más cornadas de las que ha recibido?

- No, no, escúchame: lo he pasado muy mal. Ahora estoy sufriendo las consecuencias de la cornada más grande que me han dado en mi vida.

-¿Qué le ha enganchado más, un toro o una mujer?

-El toro ha sido mi prioridad y en algunos momentos he descuidado a la pareja.

-¿Qué hay de cierto en la imagen de mujeriego y juerguista?

- Durante la temporada no era capaz de tomarme una copa. El tema físico me obsesionba. Si no estaba fuerte, no tenía valor. Pero de octubre a diciembre salía y la gente pensaba que bebía champán como el que bebe agua. Me vale decir que ahí están los resultados. Pero la gente habla y no se le pueden poner puertas al campo.

-¿Hay toreros homoxesuales?

-Alguno hubo y confesó, pero yo a todos los que conozco los veo muy machos (risas).

-¿Son machistas los toreros?

- Eso dicen, pero cuando he visto a una mujer hacer cosas importantes delante de un toro me he quitado el sombrero y lo he reconocido; es de admirar.

-¿Si alguna de sus hijas le saliese 'noviera' qué pensaría?

-¡En los genes lo llevan!

-¿Las mujeres se meten en las camas de los toreros?

- Si digo que no, te engaño. Es que tenemos un atractivo muy grande. También para los homoxesuales. No hay nada más transparente y erótico que un traje de luces.

-¿Qué es lo primero que le mira a una mujer?

-La belleza me atrae mucho. Después, las piernas. En la mirada le descubro muchas cosas. Casi nunca me equivoco.

-¿Existe el amor para siempre?

-Me gustaría que existiera, es difícil... depende de dos. Yo, cuando me quedo solo, tengo mucho peligro, es que me conozco.

- Se le han adjudicado modelos, presentadoras, alcaldesas...

-Algunas veces me sorprendo. Las que han sido, vale, pero hay veces que ni las conozco. Nunca me he escondido. No hay nada más triste que esconder a una mujer.

-Dijo Julio Iglesias que había estado con más de mil mujeres, ¿lo metemos en el club?

- No, no, yo no digo nada...

-¿Cuál es la principal cualidad que debe tener un buen seductor?

-Admirar a la mujer.

-¿El tamaño importa?

- Hay que preguntárselo a ellas, pero a mí nunca nadie me ha pedido el libro de reclamaciones. Me dice Mariano González Beltrán que el culo de mi escultura es el más tocado de los que conoce.

- Elija una película.

- 'Pretty Woman'.

-Veo que es un romántico.

-Mucho, mucho, pero veo que no me crees. Soy el hombre más romántico del mundo.

-¿Qué es el miedo?

- Por mucho que yo contara, nadie iba a entender la sensación de horror que he tenido. He llegado a levantarme de la cama para abrir la puerta y caerme al suelo redondo de miedo. Había días que me quería tirar por la ventana. No es el miedo físico, que lo he sufrido con treinta cornadas, lo que más miedo da es saber que hay gente con ilusiones puestas en ti, que te están esperando en la plaza y no puedes fallar.

- ¿Qué le parece que quieran prohibir las corridas?

- ¿Cómo pueden poner en tela de juicio si soy un asesino o un maltratador personas que se han sentado en la misma mesa a negociar con terroristas? El que no quiera ir, que no vaya. Hay pocas personas tan sensibles y tan humanas como un torero.

-¿El dinero da la felicidad?

-Ayuda, ayuda. La felicidad para mí es hacer felices a los demás y yo he tenido la posibilidad de hacer feliz a mucha gente en sólo diez minutos.