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ANTONIO ARCO
Miércoles, 17 de febrero 2010, 01:33
Se piropean, se quieren, se respetan, se conocen bien, se consuelan y, sobre todo, se alegran la vida agridulce la una a la otra. Les une la pasión por el teatro, una fortificada amistad de años y el deseo de seguir caminando, aunque sea por el filo del acantilado, juntas. Son Esperanza Clares y Lola Martínez, actrices las dos, nacidas ambas en Algezares y el mismo año: 1964. Las dos vitalistas, las dos con un látigo escondido, por si acaso, en las mazmorras; las dos entregadas desde hace años al mismo director de escena: Antonio Saura; bueno, la que más entregada está es Esperanza Clares, que además se caso con él y dio a luz a Alba. Y las dos miembros distinguidos de la compañía murciana Alquibla Teatro, que en 2009 celebró sus 25 años de existencia y que, ahora, ha rescatado para los escenarios uno de sus más grandes, y emocionantes, éxitos: 'Las reinas del Orinoco', del mexicano Emilio Carballido. Una función que, trece años después, regresa como un humilde regalo escénico: hoy, a las 20.00 horas, se representará en la Sala Isidoro Máiquez de la Universidad de Murcia, donde también podrá disfrutarse mañana y el viernes.
En 'Las reinas del Orinoco', Lola Martínez (Mina) y Esperanza Clares (Fifí) dan vida a dos vedettes de tercera fila, que en un barco a la deriva recorren el río Orinoco en busca de una esperanza, un futuro mejor y una caricia del destino. Un fuerte soplo de humanidad en carne viva en el que hay canciones, música, humor, nostalgia, lágrimas, dolor y una amistad que sobrecoge. Ah, y agua.
Esperanza Clares está entusiasmada con esta función, de la que jamás olvidó esta frase de su personaje, Fifí: «No se ha acabado nada. Falta lo más hermoso todavía». Hace 13 años que 'Las reinas del Orinoco' proporcionaron a Alquibla Teatro un gran éxito, y hoy vuelven, para embarcarse en otra aventura cuajada de emociones fuertes, aprovechando que «las dos estamos estupendas del todo, aún podemos levantar los brazos, incluso también las piernas, y todavía a ninguna se nos ha descolgado nada», indica entre risas Clares, quien añade: «Estamos que nos salimos, lo que no sabemos es por dónde vamos a salir». Se comen el mundo: maduras, divertidas... «Hemos envejecido un poco, pero volvemos a estar donde estábamos: dudando, buscando, luchando...», dice Antonio Saura, encantado de dirigir nuevamente a sus -dos- fieras. En tiempos de crisis, conviene sumar fuerzas para intentar no naufragar.
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