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Jorge García Badía
Lunes, 16 de febrero 2015, 08:36
En España, según datos del Instituto Sexológico Murciano, un 15% de la población padece eyaculación precoz y en la Región existen al menos 100.000 afectados por esta disfunción sexual. «El pene se introduce en el dispositivo, que tiene muchas rugosidades, su construcción interna y su diseño producen una estimulación en las terminaciones lisas del glande que generan un efecto de habituación del sistema nervioso. De alguna manera, estas terminaciones tardan más en responder ante un estímulo y eso, al final, al utilizar este masturbador de forma continuada, provoca que haga falta más estimulación para que se desencadene el reflejo eyaculatorio», explica el director del Instituto Sexológico Murciano (Isemu), Jesús Rodríguez. Dicho en cristiano: se mejora el tiempo y el control del orgasmo de los usuarios.
Rodríguez recuerda que existen tres tipos de eyaculación precoz: la primaria, que se da desde las primeras relaciones; la secundaria, motivada por un cambio de pareja, y la subjetiva, relacionada con personas que no están satisfechas con sus 'marcas sexuales' y quieren durar más en la cama. El director del Isemu alerta de la importancia de abordar esta patología, «porque es un motivo de ruptura de las parejas».
Además, con el tiempo acaba desembocando «en disfunción eréctil, tristeza, cansancio, irritabilidad y miedo al sexo por la frustración que provoca. Lo más difícil para los hombres no es padecerla, sino pedir ayuda». Y ello, pese a que los tratamientos suelen ser efectivos «para el 90% de los pacientes», bien mediante ejercicios o utilizando fármacos. «Siempre hay muchas opciones terapéuticas».
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