Urdangarin se enfrentará a una sesión extenuante

Iñaki Urdangarin va a rememorar en Palma su época de deportista de élite, porque su declaración el sábado se va a convertir en una verdadera maratón judicial que amenaza, incluso, con llegar el domingo si la sesión no avanzara a buen ritmo.

Según han desvelado fuentes judiciales, la práctica totalidad de las partes personadas en la denominada pieza 25 tienen intención de hacer uso de su derecho de interrogar al imputado estrella del caso Nóos, por lo que el duque podría enfrentarse a cerca de una decena de baterías de preguntas diferentes. En algunos casos, los abogados pretenden incluso llegar a detalles muy particulares, sobre facturas y mails.

Ni el juez instructor, José Castro, ni el decano de los juzgados, Francisco Martínez Espinosa, quieren tener que movilizar a funcionarios, agentes, secretarios, bedeles y policías para el domingo, sabedores del malestar que ya ha provocado en la plantilla trabajar tres sábados seguidos a cuenta del intempestivo calendario del 'caso Nóos'. Sin embargo, tampoco quieren limitar el derecho de todas las partes a preguntar a Urdangarin, pieza clave en este sumario, porque podrían acusarles de indefensión o inundarles con peticiones de nulidad.

Un hecho de última hora complica aún más la jornada. El sindicato Manos Limpias, acusación popular en ese proceso, se plantea muy seriamente pedir medidas cautelares para el yerno del rey, como pudiera ser la retirada de pasaporte o el depósito de una fianza millonaria.

Según fuentes judiciales, parece muy poco probable que el instructor fije una caución o impida a Urdangarin salir del país (no lo ha hecho con ninguno de los otros imputados y tampoco lo ha reclamado la Fiscalía Anticorrupción con ninguno de los acusados).

Sin embargo, la reclamación de Manos Limpias obligaría a celebrar, tras los interrogatorios, la denominada vistilla para dirimir esta cuestión, en la que, de nuevo, todas las partes deberán expresar su opinión al respecto, lo que alargaría, aun más la sesión.