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ALICIA NEGRE
Domingo, 29 de julio 2007, 12:35
El reloj marcaba las tres de la madrugada cuando Reynaldo y Iorgio, dos jóvenes de nacionalidad boliviana, de 28 y 24 años de edad, respectivamente, abandonaban el bar Tucán, ubicado en el polígono industrial de Molina de Segura. Una moto de pequeña cilindrada les esperaba en la puerta, dispuesta a ofrecerles el que sería su último viaje.
Reynaldo, que trabajaba de lacador en la ciudad de Murcia y todavía no había conseguido los papeles para residir legalmente en el país, se situó en la parte delantera del ciclomotor. Iorgio hizo lo propio en la trasera. Este joven ya había logrado la residencia legal en España y vivía en la ciudad de Valencia. No obstante, había decidido visitar la Región para despedirse de sus amigos antes de regresar a su tierra. Únicamente le faltaban dos días para emprender ese deseado retorno a Bolivia.
Las razones del accidente, que minutos después sucedería, son aún una incógnita. No obstante, es posible, tal y como indican los familiares de uno de los fallecidos, que los dos jóvenes hubieran estado bebiendo alcohol durante la noche. Esa podría ser la razón que explica que no se preocupasen demasiado por no portar el casco de seguridad y de que iniciaran el regreso en dirección contraria al tráfico. Ni tan siquiera la señal de prohibido el paso, presente en el lugar de los hechos, logró disuadirlos de su recorrido erróneo. La desgracia, sin embargo, no tardó en aparecer. A escasos metros de bar, discurriendo ya por la carretera N301, la motocicleta chocó frontalmente con un turismo y los dos jóvenes encontraron la muerte de súbito.
Inmediato despliegue
Instantes después de este trágico accidente se personaban en el lugar de los hechos efectivos de la Policía Local de Molina de Segura, miembros de la Guardia Civil, dos unidades médicas especializadas(una proveniente de Molina de Segura y otra de Murcia) y una ambulancia concertada.
Pese a sus esfuerzos, nada se podía hacer ya por salvar la vida de estos dos jóvenes. Tras comprobar su fallecimiento, los cuerpos de los dos bolivianos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Murcia. En estas instalaciones fue donde en el día de ayer se les realizaron las pertinentes autopsias.
El otro vehículo, que colisionó con el ciclomotor, iba conducido por un joven de nacionalidad marroquí, que viajaba acompañado por dos chicas jóvenes. Ambas sufrieron contusiones, a raíz del fuerte impacto, y tuvieron que ser trasladadas, por una ambulancia, al centro hospitalario Morales Meseguer.
Hasta el lugar del suceso se acercó, en el día de ayer, una dotación de personal de mantenimiento de carreteras con una barredera para proceder a la limpieza de la extensa mancha de sangre que se había quedado impresa en el asfalto, en el lugar del choque.
Lo cierto es que en el día de ayer, Molina del Segura amanecía conmocionada. A primera hora de la mañana, los lugareños ya se hacían eco de este suceso, que tiñó de tristeza el asfalto.
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