Otra vez el ferrocarril

La sombra del ferrocarril, como cada cuatro años, vuelve a planear sobre una campaña electoral en la que el Plan General de Ordenación Urbana y las fiestas patronales también han adquirido protagonismo. Una vez que parece ya decidida la suerte del paso a nivel de la calle Mayor, el epicentro de la polémica ferroviaria se ha trasladado a Las Tejeras, donde la vía supone -y supondrá aún más cuando llegue el AVE- una barrera para el desarrollo.

Las propuestas sobre el soterramiento -la solución a la que los grandes partidos se han sumado siguiendo el ejemplo de Murcia- parecen bien encarriladas, pero aún así, la oposición espera sacar partido de la ansiedad de un barrio que espera gestos más contundentes. Las dudas surgen precisamente del segundo gran tema que ha dominado la campaña: el Plan General Urbano.

Las propuestas que contempla el Plan -cierre de la circunvalación, una gran zona verde en los terrenos liberados por el ferrocarril o los nuevos desarrollos urbanísticos e industriales- ya han provocado fricciones entre el PP y la oposición, que parece tener claro un pacto postelectoral para sacar de la Alcaldía a los populares si lograran votos suficientes.

La presencia de Izquierda Unida en el Consistorio parece estar estas elecciones más en el aire que en otras convocatorias, aunque la movilización de sus filas -engrosadas ahora por muchos jóvenes- parece asegurar de nuevo escaño para Cayetano Salas.

El PSOE confía en el efecto Zapatero y en una lista renovada en la que también los jóvenes han podido finalmente arrinconar a pesos pesados tradicionalmente acomodados en los primeros puestos. El PP apuesta por la continuidad de prácticamente todo el equipo de Gobierno, poniendo como principal aval su gestión a los largo de las tres últimas legislaturas en Alcantarilla.

El efecto de las fiestas, cuyos gastos fueron duramente criticados por el PSOE, puede influir también en los resultados electorales, que podrían indicar un posible cambio de ciclo en la ciudad.