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JUAN F. ROBLES
Lunes, 14 de mayo 2007, 03:46
Habrá que esperar a las decisiones del Juez Único del grupo XIII para saber cuándo se jugarán los minutos que quedaron sin disputar ayer por la tarde en El Morao. El colegiado decidió suspender el encuentro cuando faltaban ocho minutos del tiempo reglamentado, aunque de juego probablemente se hubiesen disputado otros ocho minutos más por las interrupciones que hubo.
La suspensión de produjo tras anular el segundo gol de los locales que había cabeceado el defensa Santi Silva directamente contra su propia portería en un saque de falta de Pelusa. El asistente señaló fuera de juego posicional de un delantero local, mientras que Nicolás Carrasco se iba hacia el centro del terreno de juego dando el tanto por válido. Al comprobar que se asistente no se movía, volvió sobre sus pasos y anuló el gol, provocando las iras del público.
El miedo atenazó al trío arbitral, que pidió protección de la Guardia Civil para entrar al vestuario. Hubo mucha confusión, los aficionados de uno y otro equipo esperaron en la grada más de diez minutos hasta que se comunicó que el colegiado había decidido que no se reanudaría el juego por no existir suficiente garantías de seguridad. En el campo se encontraban, como siempre, varios efectivos de la Guardia Civil.
Segundo intento
Nicolás Carrasco ya había hecho ademán de suspender el encuentro varios minutos antes, cuando el marcador iba en contra del Caravaca. Sus decisiones eran una y otra vez reclamadas por los aficionados locales, especialmente durante la segunda mitad, cuando los jugadores visitantes se dedicaban a romper el ritmo de juego dejándose caer una y otra vez sobre el maltrecho césped del campo caravaqueño.
En lo deportivo, el partido estuvo interesante. Los planteamientos tácticos de ambos entrenadores fueron muy similares: no arriesgar más de lo necesario. Atacar sin desguarnecer nunca la defensa intentando dominar el centro del campo. La ocasión más clara de la primera parte fue para Meroño, que estrelló un balón en el larguero. Con anterioridad su compañero Bailén gozó de una buena oportunidad en un saque de falta que Navarro desvió a corner. Hubo polémica en una jugada dentro del área visitante, Carrasco comete falta al tocar el balón con la mano pero el colegiado le perdonó la segunda amarilla que hubiera supuesto la expulsión.
Soto dio entrada a Elías y Alfonso en la segunda parte. El delantero animó el ataque local pero el gol se resistía una vez más a los caravaqueños. Fue en una jugada trenzada por toda la delantera la que terminaba con el remate de Meroño al fondo de la portería. La grada deliraba con el empate y se empezó a confiar en la remontada. Tres minutos más tarde, en un saque de falta de Pelusa, llegaba el gol que Santi se coló en su propia meta y que el árbitro, incomprensiblemente para los aficionados locales y para muchos visitantes, anuló por indicación de su asistente.
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