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ANDRÉS CREMADES
Domingo, 28 de enero 2007, 02:41
El partido que enfrentó ayer en Murcia a los dos mejores equipos del voleibol femenino español respondió a las expectativas creadas. El pabellón Principe de Asturías registró una gran entrada para ver en acción a las jugadoras mas significativas del voley mundial. El publico respondió a la llamada del Grupo 2002 y desde el inicio se volcó con su equipo, aunque nunca pudo con un Tenerife que, un año más, volvió a mostrar su superioridad y su juego más equilibrado.
El primer set tuvo un comienzo contundente con un 1-4 para las tinerfeñas, que mostraban desde el principio sus cartas: bloqueo contundente, recepción impresionante y remate demoledor, Ana Ibis Fernández, que en cada punto conseguido ponía un énfasis especial, y la turca Nesliham Demir, que tiene un remate inigualable, marcaron diferencias.
Después del primer empate a 9 el partido se convirtió en un toma y daca. Los puntos se alternaban y parecía que podía ganarlo el Grupo 2002, gracias a dos puntos seguidos de Kilic que colocó el marcador en 22-20, pero apareció Ingrid Visser en dos bloqueos fundamentales y acabó con las ilsuiiones de las murcianas.
El mazazo de perder el primer set se dejo notar en el segundo. El Grupo 2002, sin concentración, con muchos fallos en la recepción, y sobre todo un remate muy pobre hizo que el Marichal Tenerife se fuese otra vez al principio y ya fuera difícil hacerles frente. Las canarias gestionaban muy bien las diferencias y se pusieron 2 sets a cero antes unas jugadoras del Grupo 2002 que parecía acomplejado.
En el tercer set apareció la calidad de las jugadoras murcianas. Glinka tuvo unos minutos increíbles, con tres puntos consecutivos, sobre el bloqueo visitante que obligó al técnico canario a hacer cambios. Metcalf desaparecida en los otros dos sets y Kilic hicieron que el set se decantase rápidamente para las locales.
Todo fue un espejismo. En el cuarto set volvió a funcionar la conexión turca-cubana y Demir y Ana Ibis lideraron al Marichal desarbolaron una y otra vez un bloqueo con tantos centímetros de dificultad como blando a la hora de parar las andanadas visitantes. Parecía que con el 12-21 todo estaba finiquitado pero la reacción con algunos chispazos de Nancy o Glinka hicieron que el publico se animara, pero la mejoría no fue suficiente.
La próxima vez que se verán las caras estos dos equipos será en San Sebastián de los Reyes, en la Copa de la Reina. De momento las cosas están claras. El Tenerife no tiene rival.
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