Paco Gómez asusta a la afición

Cuando Paco Gómez estornuda, la afición cartagenera se resfría. Es una evidente simplificación de cómo tiembla el fútbol local cuando El Paloma (apodo con el que es conocido el presidente del Cartagena) emprende el vuelo. Su última aventura le ha llevado hasta la capital del Principado de Asturias, donde el día de Navidad-después de un año de gestiones- comenzó a negociar la compra del histórico Real Oviedo.

Si finalmente consigue controlar el club carbayón, será la séptima entidad que dirige el constructor alicantino, lo que demuestra su pasión por el fútbol, así como que es conocedor de la buena imagen que le reporta salvar clubes a la deriva en ciudades donde también quiere hacer otros negocios, que poco tienen que ver con el deporte.

Más allá de lo que suceda finalmente en Asturias -donde parece se le están abriendo todas las puertas para que gestione pronto el Oviedo a través de un hombre de paja, asturiano y de su confianza-, la afición cartagenera ha acogido la última aventura de su jefe con bastante recelo e, incluso, temor.

Hay de todo, pero la tónica general entre los peñistas (núcleo duro de la apagada parroquia cartagenera) es que el proyecto de Gómez en Cartagena tiene mucho de eventual y que el fútbol local está cogido con alfileres. Esta situación se arrastra desde la época de Florentino Manzano.

Poco apoyo

Muchos creían que el problema quedaría en un segundo plano gracias a los euros salvadores del constructor alicantino, pero en momentos como este florecen problemas varios, como el de no contar con equipos de cantera, no disponer del apoyo del fútbol base, la falta de cartageneros en la junta directiva o el escaso apego de los actuales dirigentes a la ciudad y a la hinchada.

«Este presidente es un prepotente y ya estamos cansados», afirma Manuel Revuelta, de la peña Los Tonis. Añade que «es un rico y cree que con su dinero nos puede estar siempre amenazando. Llevamos unos cuantos años muy jodidos y es normal que la gente no quiera venir al campo. Lo que no puede ser es que estemos a expensas de lo que él decida. Si no ascendemos este año, seguro que se va», dice Revuelta.

Su colega Juan Antonio Aznar, de la peña Go.to Cartago y fundador en 2003 de la plataforma Salvemos al Cartago, lo tiene muy claro. «El fútbol en Cartagena no se acaba con Paco Gómez. Si en junio no se asciende, se cansa y se va, habrá que darle las gracias y apoyar a quien venga».

En todo caso, Aznar no le da mucha importancia a que Paco Gómez compre el Real Oviedo. «A nosotros sólo debe preocuparnos que esto no desestabilice al Cartagena y que nuestra segunda vuelta nos lleve al ascenso. Con Gómez me queda poca capacidad de sorpresa, por lo que lo único que le pido es que respete a los que vamos. Eso sí, entiendo que critique a los que no vienen al campo», comenta este peñista.

Más condescendiente con Gómez es el representante de una de las peñas más activas del club, Fiebre Albinegra. A Humberto Yus le parece normal que el presidente «se enfade porque no van más al campo y en Cartagena siempre le ponen zancadillas». Gómez dijo en Oviedo que quería comprar el club por su gran afición, algo que no puede decir de la de Cartagena. «Es un hombre muy visceral, pero lleva razón. Aquí no hay tradición de fútbol. Allí sí. Pero también es verdad que nos hemos llevado palos muy duros últimamente y él debe entender eso», solicita Yus.