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J. A. GONZÁLEZ
Sábado, 9 de diciembre 2006, 02:39
Cuando, a primera hora de la mañana, salieron con su zodiac a navegar por el tranquilo y cálido Mar Menor los dos hombres no podían imaginar la sorpresa, casi el susto, que se iban a llevar. No podían sospechar que, en plena laguna salada, a sólo cien metros de la playa de la Gola, hallarían un tiburón.
No eran ni las diez de la mañana cuando, con cautela, y tras comprobar que el animal estaba flotando y no se movía, se acercaron hasta el escualo y lo contemplaron aliviados. Parecía estar muerto. Tras avisar al 112 y hablar con un veterinario del Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de la Región de Murcia, ataron al tiburón con cuerdas y lo remolcaron hasta la arena.
Canal de Marchamalo
Unos dos metros de longitud y 400 kilos de peso tenía el escualo, que quedó yacente muy cerca de la salida del canal de Marchamalo, que conecta el Mar Menor con el Mar Mediterráneo. Todo parece indicar que el animal accedió al mar interior a través de ese estrecho canal, y tuvo dificultades para avanzar por la escasa profundidad de la zona.
El tiburón pudo verse anclado en el canal (situado en el término municipal de Cartagena pero cerca del de San Javier), que en puentes festivos como el actual ve crecer el número de embarcaciones de recreo que lo cruzan.
«Mira, qué tintorera»; «¿Es increíble, no pensaba que pudiera ver un tiburón en el Mar Menor!», comentaban estupefacto varios de los curiosos que se acercó a ver la insólita imagen.
Mientras un turista sacaba fotos, el veterinario del tomaba muestras del animal para examinarlas. También acudieron agentes de la Guardia Civil y brigadas municipales, que retiraron el cadáver del escualo.
A pesar del mito sanguinario del animal, que recuerda el éxito de la película Tiburón (Steven Spielberg, 1975), en el litoral español hay una baja incidencia de ataques a personas. Sólo se han demostrado dos y ninguno mortal.
Eso sí, conviven 90 especies de tiburones, de familias diferentes y muy pocas peligrosas. En el Mediterráneo, los mayores focos de tiburones blancos (Carcharodon carcharias), conocidos como jaquetones, suelen estar en Sicilia o Malta, donde es una especie protegida.
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