Atascos de hasta 40 kilómetros atrapan a miles de conductores en una jornada de caos absoluto en los accesos a Murcia

Dos horas y media, desde Elche; tres horas, desde Alicante, o más de cinco horas desde Valencia. Estos fueron los tiempos empleados -más del doble de lo habitual- en llegar a la ciudad de Murcia por los valencianos que decidieron celebrar la festividad de su tierra, el Día de la Comunidad Valenciana, visitando los nuevos centros comerciales de la capital murciana ubicados en la zona norte.

A los habituales vehículos que circulan cada día por el nudo de Espinardo, donde confluyen las autovías A30 y A7, y la antigua nacional MU-301, entre otras vías, se sumaron ayer los cientos de valencianos y alicantinos que aprovecharon la fiesta de su comunidad para visitar el centro Ikea y el Nueva Condomina.

Retenciones que sobrepasaron los límites de la Región por la A7 -autovía del Mediterráneo-, dirección Murcia; en concreto más de 40 kilómetros de tráfico lento con paradas. Y hasta 20 kilómetros de circulación lenta con paradas frecuentes y prolongadas dirección Alicante. Todo esto sumado a las obras que se están realizando en los aledaños de los accesos de los centros comerciales de la zona norte de la capital murciana colapsaron el tráfico por completo e hicieron que las entradas y salidas a la ciudad se alargaran más de lo habitual durante todo el día. Las primeras retenciones se registraban sobre las nueve de la mañana y se alargaron -con distinta intensidad- hasta bien entrada la noche. El acceso a Murcia de cientos de coches por la avenida Juan de Borbón fue el principal culpable de los atascos en la autovía de Alicante. El colapso afectó también a la A30, autovía Murcia-Madrid, con quince kilómetros de retenciones en su conexión con la A-7 e, incluso, colas que se comenzaban a formar en el propio casco urbano de la capital regional, según la Dirección General de Tráfico.

La jornada de ayer fue la primera gran prueba para las infraestructuras viarias de un área que se prevé sea una de las mayores zonas comerciales y de ocio de todo el Levante español e incluso del país. Aún no se han terminado de inaugurar todos los establecimientos que se inaugurarán en esta zona y las carreteras no han soportado el volumen de tráfico producido por un día festivo en la comunidad vecina.

Y ahora, el centro Thader

Hay que recordar que el próximo 18 de octubre se abrirá al público el centro comercial Thader, que incluye más de 150 locales, entre comercios y hostelería. Además, quedan por abrir otros negocios en el centro Nueva Condomina de gran tirón entre el público como la cadena de distribución de productos de ocio y culturales Fnac o el Leroy Merlín, una gran superficie especializada en bricolaje, jardinería y decoración.

Asimismo, el tráfico de la Ronda Oeste también se verá afectado por los visitantes al centro comercial y de ocio El Tiro, que se construirá junto a la urbanización Los Rectores, en Espinardo.

Por su parte, la Jefatura Provincial de Tráfico no había previsto ningún dispositivo especial para regular ayer la circulación por las zonas afectadas a pesar de que el 9 de octubre es un día en el que Murcia ha recibido, tradicionalmente, la visita de cientos de valencianos que no trabajan por la festividad de su comunidad. «Se esperaba afluencia de vehículos por la fiesta en la Comunidad Valenciana, pero no tanta», reconocían ayer fuentes de la Jefatura Provincial de Tráfico, que aseguraba que están estudiando diariamente el tráfico de la zona y que no se descartan nuevas actuaciones para mejorar. «Esperemos que cuando estén terminadas todas las obras de la zona y bien señalizada se pueda acoger a todos los vehículos», afirmaba esperanzado Maiquez.

«El nudo de Espinardo suele estar congestionado aunque para el tráfico diario sí está preparado para casos puntuales se ha demostrado que no», señaló.