Saura: «No hay ilegalidad; el PP está acorralado y han iniciado una persecución para callarnos la boca»

Pedro Saura negó ayer que hubiera incurrido en alguna incompatibilidad o ilegalidad por haber votado en el Pleno de diciembre de 1997 a favor de la medida urbanística que beneficiaba a su familia. El dirigente socialista contestó, a preguntas de La Verdad, que no recordaba exactamente si votó o no (en otro momento de las declaraciones dio a entender que sí), pero añadió que aunque lo hubiese hecho «no hay incompatibilidad según la ley cuando se está aprobando la modificación de un plan general que afecta a más personas». A la pregunta de si su voto benefició a su familia, contestó que «la decisión la tomó el consejero. Dijo que no estaba de acuerdo con lo que se había probado en el Pleno de diciembre y planteó una serie de modificaciones. En la nueva propuesta que finalmente se aprobó yo no voté».

«Estamos hablando de un cambio del plan general que afecta al interés general. Hay que recordar además que se trata de un retranqueo. No hablamos de un plan parcial, ni de recalificaciones ni de 12.000 viviendas. Esto surge ahora porque el Partido Popular está acorralado y verdaderamente preocupado y quiere lanzar una cortina de humo», añadió el secretario general del PSRM-PSOE.

Pedro Saura apuntó que Alberto Garre -entonces concejal del PP en Torre Pacheco y ahora diputado nacional- y el alcalde de esta localidad, Daniel García Madrid, también del PP, «han sido durante mucho tiempo abogados de un socio de Polaris [en referencia a Facundo Armero]. Sé que esto es una persecución. Es una lucha de David contra Goliat. Lo que quieren el PP y sus amigos es callarnos la boca. Pero eso no lo van a conseguir. Les sigo invitando a que investiguen porque en este caso han suspendido. La gente distingue muy claramente un retranqueo de la aprobación de un plan parcial de 12.000 viviendas».

A la pregunta de si Polaris tiene algo que ver en este caso, Saura contestó que «digo lo que digo. Desde luego, parece que hay una relación entre lo que sucedió este fin de semana [las declaraciones contra él de Pedro García Meroño] y esto de ahora».

Negó que su caso sea equiparable al del concejal del PP de Murcia Sánchez Carrillo, a quien el PSOE viene acusando de supuesto trato de favor por votar en varios proyectos urbanísticos de Polaris, por ser amigo de Facundo Armero. «Es que aquí no hay caso», señaló Saura en referencia a su familia. «Parto de la idea de que es perfectamente compatible si hubiera votado en el primer Pleno, que era un mero trámite. Y en la aprobación definitiva de julio está claro que no voté».

«No me acuerdo»

Explicó que en el Pleno del año 1997 se tramitaron quince cambios de las normas urbanísticas, y que el alineamiento de la polémica calle no afectó sólo a su familia «sino a más propietarios de toda la avenida. No veo incompatibilidad, según he consultado esta mañana con varios expertos. No es un particular el que se beneficia, sino toda la calle»

Insistió en que no se acordaba de los 15 puntos tratados en aquel Pleno. «No tengo ni idea; yo no estaba en eso, puede preguntarle a cualquier concejal de entonces si me interesé por aquello». Añadió que la propuesta de evitar el retranqueo del edificio «fue de la Comisión de Urbanismo» (aunque consta una petición oficial de su padre y su tío). Afirmó a lo largo de sus declaraciones a este periódico que «la propuesta que salió finalmente adelante no fue la que yo voté; y conste que fue apoyada por todos los grupos, excepto IU que se abstuvo».

Sobre si hubo favoritismo hacia su familia, argumentó que «cuando se aprueba un plan general los concejales de un Ayuntamiento no deberían votar porque todos pueden tener una vivienda en el municipio. Lo mismo sucedería con las ordenanzas de los coches. Nadie podría votar porque todos tenemos uno».