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El joven de la catana ya se pasea por Santander, donde trabajará de albañil
REGIÓN MURCIA

El joven de la catana ya se pasea por Santander, donde trabajará de albañil

José Rabadán llegó ayer a la casa de acogida de la Asociación Evangélica Nueva Vida acompañado de su novia, aunque no podrán vivir juntos

CRISTINA GARCÍA

Miércoles, 4 de enero 2006, 01:00

José Rabadán Pardo, conocido como el asesino de la catana desde que acabó con la vida de sus padres y de su hermana pequeña con una espada samurai, en el año 2000, llegaba ayer a un centro de acogida gestionado por la Asociación Evangélica Nueva Vida, en Santander. Allí permanecerá los próximos dos años y medio en régimen de libertad vigilada.

El joven ya está instalado en uno de los centros de esta asociación que, en breve, le buscará un trabajo en el sector de la construcción, según fuentes de Nueva Vida. «Teniendo en cuenta que esta persona fue internada a los 16 años y no terminó sus estudios, será formada en un oficio relacionado con la construcción», añaden.

Aunque José Rabadán llegó a Santander acompañado de su novia Verónica, no podrán vivir juntos. Él tendrá que permanecer en la casa de acogida, donde convive con otras seis personas, ex reclusos o que están en una situación similar a la suya.

Fuentes de la asociación han asegurado que el parricida se ha integrado perfectamente con sus compañeros, aunque adelantaron que Rabadán será trasladado a otro de los centros de acogida que la organización tiene en Cantabria.

Nueva Vida añadió que la empresa donde trabajará el joven será informada de todos sus antecedentes aunque esto no es un problema porque son sociedades con las que trabaja normalmente la asociación. También apuntaron que José Rabadán estará en «constante vigilancia» mientras esté interno en la casa de acogida.

La Asociación Evangélica Nueva Vida trabaja atendiendo las diferentes necesidades y situaciones de emergencia social de reclusos, ex reclusos, mujeres en situación de emergencia social, marginados e inmigrantes.

Sus obligaciones

José Rabadán abandonó el centro de menores Las Moreras, ubicado en la pedanía de El Palmar -en el que ha permanecido casi cinco años y medio-, la madrugada de Año Nuevo, después de que la hasta entonces juez de Menores, Ascensión Martín, dictara un auto en el que sustituyó el tiempo de internamiento que le quedaba -alrededor de seis meses- por un régimen de libertad vigilada.

Entre las condiciones que tendrá que cumplir Rabadán se encuentra la de residir en la casa de acogida de la Asociación Nueva Vida de Santander y no ausentarse sin autorización judicial previa. Además, está obligado a trabajar en el puesto que la organización le proporcione, «mostrando puntualidad y responsabilidad ante el mismo», según el auto.

En el caso de que se quedara sin empleo, tendrá que buscar otro. Tampoco podrá salir de Cantabria sin autorización previa y tendrá que comparecer cada 15 días en el Juzgado de Menores de Santander.

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