De la depresión a la euforia

Pudo haber sido una especie de funeral para enterrar los restos del PSOE pero, como los malos augurios no se han cumplido, la reunión de la Comisión Ejecutiva Regional convocada para analizar los resultados electorales se convirtió ayer en una sucesión de abrazos, risas y emociones compartidas. La consolidación del PSOE como segunda fuerza pese al auge de los nuevos partidos y, sobre todo, la recuperación en parte inesperada de un enorme poder municipal ha desatado la euforia en el partido. Si alguien tenía preparados los cuchillos, se los ha tenido que guardar.

«El análisis es positivo, los resultados en el Noroeste son extraordinarios. Hemos recuperado la mayoría de los municipios de la zona; vamos a gobernar 8 de 9 localidades», explicaba Jesús Navarro, secretario de Política Municipal.

«Hemos ganado ayuntamientos muy simbólicos para nosotros, como La Unión, Cehegín o Águilas», señalaba por su parte Begoña García Retegui. De ser un partido barrido de las instituciones, sumido en luchas internas y en una especie de depresión constante, el PSOE vuelve al tablero de juego. Pero los socialistas no se conforman con hacerse con el bastón de mando en las 17 localidades en que han quedado como primera fuerza. Están convencidos de que pueden incluso superar al PP en número de gobiernos municipales. La mirada está puesta en ciudades como Molina de Segura, donde se harían con la alcaldía con una alianza de izquierdas y la abstención de Ciudadanos. En Totana, todavía es más fácil: basta con unirse a IU.

Bastante más complicado es el caso de la ciudad de Murcia, pero pese a ello los socialistas están satisfechos con el resultado alcanzado. Se han mantenido como segunda fuerza, algo que no ha ocurrido en muchas otras capitales de provincia. Un candidato de última hora, José Ignacio Gras, ha conseguido conservar los seis concejales alcanzados en 2011. «En un escenario de aparición de nuevas fuerzas, es un buen resultado. Además, nos hemos recuperado en las pedanías», destaca García Retegui.