Ganó el menos malo

Seguramente el CAI no era un rival demasiado apetecible para recuperar sensaciones tras la derrota en Madrid frente al Estudiantes. El CAI, que ahora jugará la Copa del Rey, también venía tocado con tres derrotas consecutivas y con ganas de salir de ese bache de resultados y juego. El UCAM Murcia empezó a un nivel sobresaliente defensivamente hablando y las primeras diferencias para los locales, gracias al talento de Radovic, fueron un espejismo que el equipo de Joaquín Ruiz Lorente compensó con su amplia rotación desde el banquillo para igualar el juego y el resultado al final del primer cuarto.

Los problemas para Ocampo empezaron con la tercera falta de Radovic y la apuesta del técnico local por jugar con cuatro exteriores y un solo hombre grande. Al finlandés Lee todavía le falta el debido tono para esta competición, lleva muy poco tiempo con el equipo y los puntos de los interiores visitantes les pusieron por delante muy pronto. Ocampo colocó a los suyos en zona 2-3 y la intensidad de Rojas, más los puntos de Bamforth y Lima, no permitieron al CAI despegarse en el marcador, llegando al descanso con una ventaja escasa de los maños tras el último palmeo de un Lima hiperactivo después de su reciente renovación por una temporada más.

En el inicio del tercer cuarto, con Radovic en la pista por muy pocos minutos y otra vez en defensa individual, Ocampo apostó por la pareja interior formada por Lee y Lima pero los de Zaragoza sacaban rendimiento a los puntos de la tripleta formada por Jelovac, Robinson y Goulding para volver a estirar sus ventajas ante la falta de acierto general de los locales. Con Arteaga inédito y la escasa aportación ofensiva de Kelati, Lee y Neto, el CAI volvió a estirar sus ventajas al final del tercer cuarto.

Cuando Cabezas y Bamforth volvieron a la pista, Ocampo puso otra vez a los suyos en zona 2-3, pero dos triples consecutivos del CAI le hicieron volver a su defensa individual para igualar otra vez el marcador. Cuando parecía que los locales se ponían las pilas, sus errores en ataque favorecieron los contraataques visitantes, a quienes por cierto también les costaba jugar en 5x5, aunque la ventaja adquirida fue suficiente para ganar en un final jugado con muy poca lógica por los locales. Ahora, con el fin de semana de la Copa del Rey por medio, habrá tiempo para mejorar y recuperar sensaciones perdidas.